¿Y quién es la Madre del cordero?





Soy andaluz –para los que no lo sepan–, así que pocos podrán darme lecciones del lenguaje "sobreentendido". Por ejemplo llamar a alguien "hijo de puta", que en la mayoría de las regiones españolas desata las más violentas –y literalmente, violentas– respuestas, o las más difícilmente reprimidas en los mansos (los no violentos, o los cobardes), en Andalucía depende. Puedes llamárselo a un buen amigo dentro de una conversación coloquial: "qué hijo de puta eres,..." sin que se altere la placidez de la conversación.

Lo malo es que la capacidad y riqueza de la tonalidad, con todos sus matices, no se traduce en el repertorio de las redes sociales. Ni Facebook, ni Twitter, ni ninguna lo posee, salvo la insuficiente inclusión de un meme (emoticones) que no poseen, ni de lejos, la riqueza del lenguaje de la expresión verbal combinado con la gestual.

Creo que hay que ser un perfecto ignorante para dirigirte a alguien, llamandole "hijo de puta" en Facebook o Twitter, y pretender que no se le revuelvan las tripas. Ésta es la pretendida e insuficiente explicación del "humor negro", aportada por Guillermo Zapata: "Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene Villa a por repuestos"



 
Lo realmente preocupante es que tras la imagen de bondad de Manuela Carmena, aparente al menos, florecen estas y otras afirmaciones en forma de Twits, tanto de Zapata, como de otros compañeros suyos de candidatura en Ahora Madrid (en realidad Podemos), hacen que a unos se nos ericen los vellos y a otros, un frío repelús les ascienda por su médula, haciendo que la mayoría de este otro colectivo justamente escandalizado, interprete que estos que venían a acabar con la Casta, en realidad vienen a sustituirla por la Kaspa (que son ellos, claro). Dicho sin ánimo alguno de ofensa, sino descriptivo, como explicaré más abajo

Más tendríamos que preocuparnos si vemos el acoso que los hooligans podemitas le didicaron a Begoña Villacís, candidata de Ciudadanos –tan bregada en las prácticas de la Casta y tan enmarañada por la corrupción, ella (modo hirónico ON)– aunque haya pasado, sin mayores o especiales comentarios por los medios digitales.

La verdad es que como no se moderen a marcha forzadas, o el PSOE no favorezca una moción de censura
–cosa harto improbable– por la radicalidad violenta, no únicamente de palabra, de estos Podemitas a los que, cuan gallina clueca, ampara, de momento, la "bondadosa" Manuela Carmena, la situación es preocupante en grado máximo. Unido a que, ahora que son ellos los imputados, Pedro del Cura (IU) alcalde en Rivas, Rita Maestre (AM-Podemitas) concejal de Cultura en Madrid y otros concejales, con ofensas a víctimas o deseos de muerte sobre políticos y banqueros,... que puedieran estar en vías de serlo, nadie de la "gauche divine" ha dimitido. Ellos no son de la Casta, ellos son la Kaspa, denominaciones que considero más que acertadas por su homofonía, no solo fonética sino casi también sinonímica.

Dicho todo lo anterior, si decidimos averiguar por qué hemos llegado a este punto de
razonable espectativas de un futuro bastante negro, más negro que el actual, parad, reflexionar y llegaréis a la misma conclusión que yo:

Porque hemos votado a unos golfos –estos sí de la Casta–, PP y PSOE, que nos han engañado, nos han robado, nos ha ignorado y nos han ninguneado, se han llenado los bolsillos con nuestro dinero, han favorecido que otros, tanto o más golfos que ellos, se hayan beneficiado de privilegios para robarnos aún más y llenar sus balances con su rapiña. 

Y lo peor es que hemos seguido votándoles, hasta que los de la Kaspa han sabido agrupar a los más pisoteados y perjudicados por la mala situación económica, y les han vendido un deseable pero imposible futuro que ha calado y arrasado en las urnas. Hemos sido nosotros, con nuestros votos. Y no hay más, apenquemos con nuestra responsabilidad.





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1 comentarios:

Regeneracion Politica | 2 de agosto de 2015, 13:53

Menos mal que la gente poco a poco va entendiendo la necesidad de una regeneración democrática y política en nuestro país, pues ya hace tiempo que hace falta.