Como pollos si cabeza.






Es curiosa la reacción desencadenada ante los resultados de las última elecciones en España. Para unos, ya están tomando posesión del cielo; para otros, ese –el cielo– es el que se nos viene encima.
 

Que baja en la bolsa el valor del expoliador oligopolio  Electrico o el de las queridas Constructoras –detalle que, a priori, personalmente me gratifica–, esto ya es peor que Grecia para unos, la estampida de los inversores: vamos, "jodidos, pero contentos"; para otros, se les acabó el choyo del peculiar "recibo con el que nos esquilman"; mientras que para otros, ya se imaginan sustituyendo a un ladrón en su consejo de administración, y a fumar Habanos. 

Que hay que "recuperar el expolio que hemos sufrido por parte de los ricos" –¿todos?–, algunos se frotan las manos, pensándolas ya enjoyadas; otros ensalzan públicamente a los paraísos fiscales, como si evadir sus dineros, no fuera un delito, que lo es.

Que la banca se hunde en bolsa ante el fin de los desahucios y la amenaza de nuevas 'cajas' –¡Ay las Cajas! ¡Si estuvieran a salvo de partidos, sindicatos y empresariales! Y de la avaricia de la banca privada– algunos están visitando las grandes urbanizaciones para ver qué casa ocupar; otros están viendo como sacar "mi tesssorooo" y marcharse antes de que empiecen a rodar literalmente las cabezas; pero otros sólo ven un respiro, ciertas posibilidades de poder quedarse en su casa, aunque sea como simple inquilino.
 

Creo que España, más que en patio, se ha transformado en un corral de pollos corriendo sin sus respectivas cabezas, empezado –lo asumo como posibilidad– por mí, ante la subida de los Podemitas (Podemos y sus Marcas Blancas, que estos sí que las tenían) y, con menor peso, pero significativa, la de Ciudadanos.

Para cualquier ciudadano suficientemente racional –por lo tanto Rajoy queda excluido por vivir en sus Mundos de Yupi–, lo primero, la subida de los Podemitas, es intrínsecamente malo a medio y largo plazo, si no se pone serios remedios:

  • Desenrocando a Rajoy, y lanzándolo a compatir con Zapatero la contabilidad de nubes.
  • Con una seria renovación de las caras del PP (difícilmente creíbles, pero hay que intentarlo).
  • El rápido desenlace de la situación de Grecia –ahí podría ayudar la U.E. sin impiden, de una vez por todas, el juego del ratón y el gato de los políticos helenos. Que los supporters –al menos una cantidad significativa de ellos– cuanto antes, vean hacia a dónde se encaminaría nuestro futuro. El tiempo juega en nuestra contra, no queda mucho hasta las Generales y sí es mucho lo que al respecto hay por hacer. 
  • La situación es mala, muy mala, y las posibilidades de enmendarla, pasan por la difícil regeneración del PP, máxime si vemos quién pretende encabezarla.
  • Y esta vez sí, que el necesario gran subidón del voto vaya a Ciudadanos, aunque coloque al PP como segunda o tercera fuerza, y siempre que sepan desenvolverse en los inmediatos y necesarios pactos, poniendo firmes a los reyezuelos de taifas que se les hayan colado en las listas y que ya pretenden ser alcaldes con tres concejales, en contra del criterio prefijado por el partido. 

Sólo así, con una exquisita gestión de apoyos a unos u otros según su decálogo –nada partidario, sino regenerador–, por parte de Ciudadanos, una pronta y radical actuación, con expulsión incluida, de los que contravengan los compromisos ofertados por el partido, y una mayor claridad en la definición de sus medidas políticas y sociales; junto con un buen surtido de nuevas, creíbles y regeneradoras caras en el PP, se podrá reencauzar la recuperación.

Lo que más les duele a los ciudadanos responsables, a las empresas, a las decentas y a las "amiguistas" –quizás a estas más por su mínima experiencia en el juego límpio–, también a los Mercados, es la incertidumbre actual, que equivaldría a la inseguridad jurídica en lo judicial. 

Si la podemita Carmena, dice que sacaría al 94% de los presos a la calle, KEEP CALM, no depende de ella.

Si Colau desea crear una nueva moneda municipal, KEEP CALM, no tiene competencias para ello.

Si Podemos dice que quiere eliminar cargos de confianza,
KEEP CALM, que tengan el mayor éxito en ello. Eso sí, sin que creen otros cargos para los suyos.

Si Ciudadanos, exige para pactar la salida de cualquier imputado y, al igual que los podemitas, la drástica reducción de los cargos de confianza, KEEP CALM, en los tiempos que corren la Ética es revolucionaria.

Si Ciudadanos en unas comunidades llega a acuerdos de apoyo al PP, y en otras con el PSOE, será porque con el uno y el otro conseguirá imponer más medidas regeneradoras, para los ciudadanos de esas comunidades, lo cual no es malo.

En definitiva cada uno de los partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, se retratará en los próximos meses y esperemos del buen juicio de la mayoría de los ciudadanos españoles, que sepan hacer sus elecciones en las próximas Elecciones Generales. Si no lo conseguimos comprémosnos unas bufandas de acero para no convertirnos realmente en pollos descabezados.   





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