Bueno,... ¿y ahora qué?

Esta entrada está basada en el excelente texto de Josu Goikoetxea, en el blog amigo de Plaza Moyúa.

Hace mucho más que mucho tiempo, estamos plenamente convencidos de que la cobardía, la vileza y la complicidad con asesinos –por negar amparo a los victimados– de la gran mayoría de los habitantes  de una sociedad cobarde, vil y cómplice con asesinos, en el Norte de España, da cobertura y alimento:

  • Al cobarde, vil y cómplice comportamiento de gran parte de la Iglesia Vasca. 
  • Al cobarde, vil y cómplice comportamiento de gran parte de los medios de comunicación vasco.
  • Al cobarde, vil y cómplice comportamiento de todos los partidos nacionalistas, cuando directamente no azuzaron y protegieron a esos "sus" perros para reforzar sus continuos chantajes a gobiernos "progre-cobardes" de izquierdas o de derechas.
  • Al cobarde, vil y cómplice comportamiento de los sucesivos gobiernos españoles que nunca han sabido-querido plantarse con la fuerza de la Ley, ante estos asesinos y sus cómplices. 
  • Al cobarde, vil y cómplice comportamiento de la progresía izquierdista española con el complejo de Robin Hood.
  • Al cobarde, vil y cómplice comportamiento de la "modernidad" derechista española que llegó a  llamar "Movimiento de Liberación Nacional Vasco" a estos asesinos. Y que muchos nos tememos que, próximamente, también "nos va a helar la sangre".
  • Al cobarde, vil y cómplice comportamiento de periodistas, profesores de universidad, etc. que daban cobertura moral y títulos universitarios a los asesinos.
 Hace mucho más que mucho tiempo, que muchos pensamos esto y, si no lo aventamos al grado que nos pidió –pide– el cuerpo, callamos porque no se puedan sentir concernidos amigos nuestros que forman parte de esa minoría no contaminada, en esa sociedad enferma de "deshumanismo". Esa es la auténtica enfermedad, ya en estado de desahucio y mayor purulencia que si salta de alegría por las calles, no lo hace por otro motivo que no sea por la habitual mejoría, previa al fallecimiento. 



Como bien dice Josu Goikoetxea, esa enferma "sociedad vasca que marginó a los escoltados. Esa sociedad que nunca fué a un funeral de una víctima. Esa socieda que hasta hace un cuarto de hora no salió a la calle. Esa sociedad que por cierto, vivió muchísimo mejor que otra en cualquier lugar de España. Esa sociedad que , como mucho, se entristecía cuando alguien era asesinado y a continuación pedían otra ronda." Esa sociedad que se ha beneficiado de ser la menos solidaria de toda España, con el resto de ésta. Y, lo peor, esa sociedad que miraba para otro lado. Esa sociedad que durante muchos años utilizó aquello de “algo habra hecho”. Esa misma sociedad que ahora se alegra tanto, ha contagiado al resto de España y, aunque la infección aún no llegue al grado de pandemia, la progresión se me antoja imparable pues no hay visos de que, como ya se comienza a propagar que este nuevo PP –¿o es el de siempre?–, comienza, cuán nefasto Zapatero, a negar la crisis.

Y ahora, volvamos al principio:
Bueno,... ¿y ahora qué?

Porque algo habrá que hacer ¿o nos hemos creído eso del "fatalismo" del español? ¿Emulamos al Patxi "hiela-sangre"o al faisanero Rubalcaba, y nos limitamos a llorar por mítines, esquinas y blogs? 

Pues, a la vista de cómo les ha salido la jugada o, mejor dicho, parece que les va a salir, merecería la pena sopesar lo de echarse al monte y que los que ahora  llorasen fueran los asesinos anteriores y los que les jaleaban. Ya que no se hace justicia, démonos, al menos, el "ojo por ojo", que no deja de ser una forma antigua de justicia, pues la moderna demuestra que no lo es. 

El caso es que personalmente, no he llegado aún a tal grado de infección, de "deshumanización", y esta actuación, tan desde las vísceras, aún me repugna. Sumado a que por mi edad y estado de mi físico, éste, ya no me permitiría ni echarme por una pista forestal. Pero no digo que en determinados momentos no sea "eso" lo que pida el cuerpo.

Dicho lo anterior, no quita para que tenga suficientes recursos y ganas como para plantarme, si fuera el caso, en plena Carrera de San Jerónimo con una pancarta que venga a decir algo como: "Temblad: hoy soy sólo yo,... mañana seremos más". Y a esperar que se haga verdad el texto, y a no moverme, ni aunque traigan tanquetas. 

¡Pero algo habrá que hacer, que no sea escribir y sólo escribir,
para no convertirnos otros cobardes, viles y complices!


Se aceptan sugerencias.

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