Los Guatemochos



A propósito de los Tea Party, comenzaré por decir que no soy de los que acostumbran a mofarse del pueblo americano, ni de sus frikadas, ni de sus américas profundas, que las tiene, junto a muchas actitudes que ya me gustaría compartiéramos los españoles. Prefiero que, llegado el caso, sea quien "se crea" libre de fantasmas propios y zonas "profundas" (Puerto Urraco, Fago, etc.), el que tire la primera piedra.

Lo que sí digo es que puede terminar en un grandioso fracaso la extrapolación "as it is" de soluciones que tengan, puedan tener o parezcan que pudieran tener éxito para la sociedad americana a otra
bien diferente como la europea y más concretamente la española.

Para comenzar, analicemos que la bipolaridad derecha-izquierda estadounidense, no casa para nada con la más laxa bipolaridad que pudiera existir, de suyo existe, en España. Todo ello dejando a margen el que nos puedan "caer" mejor o peor, algunos de los líderes de esos grupos. Lo digo porque, desde su campaña en las presidenciales, no me "cae"nada bien Sarah Palin, casi homónima de nuestra Pajín –aunque sin morritos–, por la que siento aún peores afectos. Veamos:

Bipolaridad legal.- En USA, por el sistema electoral, es casi imposible que una tercera fuerza o un independiente se introduzca como cuña entre republicanos y demócratas, bastante más cercanos entre sí que lo mostrado en los últimos años y que le permitan condicionar a la Casa Blanca.

Bipolaridad política.-
Seguro que en USA existen infinidad de formaciones políticas que tratan de llegar hasta el Congreso o la Casa Blanca, pero ni cuando independientes como Ralph Nader con un amplio historial de activismo y que ha impulsado muchos proyectos finalmente aprobados en Senado y Congreso, ha tratado de concurrir a las presidenciales, nada pudo hacer contra los dos colosos. Quizás otro gallos nos cantaría en España si hubieran corrido similar suerte, al menos, los partidos nacionalistas.


Bipolaridad sociológica.-
La grandes diferencias no son exclusivamente legales o electorales; por ejemplo, el caso Obama no es una cuña "entre" republicanos y demócratas, sino una cuña colocada a la izquierda de la supuesta izquierda estadounidense, los demócratas, como Tea Party, en su mayoría son movimientos a la derecha de los republicanos, son una cuña, por lo que parece, bastante alentada desde el ala derecha de los republicanos.


He dicho "supuesta izquierda" porque los demócratas USA, se corresponderían, en mi opinión, con un partido español en el cohabitaran sin mayores enfrentamiento –si esto fuera posible, hablando de españoles–, Garriguez-Walker, Gallardón, Rato, Bono y el fallecido Fernández-Ordóñez. Mientras que los republicanos se corresponderían, también en mi opinión, con Esperanza Aguirre y gente a su derecha.


Si el lector discrepa de esta ubicación, serénese porque los nombres no son lo importante, sino el innegable escoramiento del "centro" en la política estadounidense hacia la derecha del "centro" europeo o, si se quiere, del desplazamiento del "centro" europeo hacia la izquierda del "centro" para los estadounidenses. Pocos negarían que el espectro político incluido en el PP es de mayor diversidad y con un control ideológico menos monolítico que en el PSOE. De ahí la posibilidad de lo que sigue:


Pasando al plano de la ficción, un fenómeno hispano similar a los Tea Party, serían grupos alentados, o formados, por Esperanza Aguirre y afines para presionar y doblegar las, blandas posturas políticas del resto del PP con sus gallardones y marianos, forzando así una reactivación de los tradicionales votantes de derecha. No no extrañemos cuando en el mucho más monolítico y controlado PSOE, Zapatero no ha tenido mayor problema en permitir filtraciones que colocaban a Bono en el disparadero del escándalo, por supuesto económico.

Sensibilidads diversas.- Reparemos en que mientras en España una tasa de paro del 20% no echa a la ciudadanía a la calle, en USA, superar el 9%, se convierte en un hecho totalmente inaceptable y una de las motivaciones de lo ocurrido a Obama: Sería un grave error pensar que lo ocurrido es exclusivamente atribuible a los Tea Party, pues mucho han tenido que ver las torpezas propias y el desencanto por ellas provocado en sus anteriores votantes que le encumbraron además de la reactivación del electorado hacia los republicanos. Estoy convencido de que el fenómeno Tea Party, posiblemente espontáneo en sus inicios, ha sido reconducido y apollado por sectores duros del republicanismo. Tampoco olvidemos que la sociedad norteamericana está menos condicionada por esquemas tan hispanos como "nosotros votamos al XX de toda la vida".

¿Todas las motivaciones? No las conozco, no soy un experto analista político, ni es mi capacidad. Mi intención, es la de tratar de hacer un boceto, grandes rasgos. Y para ello, basta constatar las grandes diferencias entre ambas ciudadanías:

  • Como he apuntado anteriormente, un 9% de paro es una tragedia nacional para los estadounidense, aquí, inexplicablemente llegar a un, para cualquier experto, escandaloso 20% de parados sólo consigue una huelga contra la oposición.
  • Es de suponer que, de partida, la sociedad norteamericana es tan corrupta u honesta como pueda serlo la española –salvando las diferencias establecidas por la influencia de la moral calvinista o luterana versus la moral católica– pero, quizás por ello, la gran diferencia está en el sistema. Allí, en eso del sistema, nos aventajan varios pueblos, el que es pillado mintiendo al pueblo, o con las manos en lo ajeno, sea quien sea, termina entre rejas, por bastante tiempo y con un serio des`restigio social. No es que sea muy fácil pero allí es suficientemente posible, y la sociedad lo sabe. Mientras, aquí se llega a tener la sensación de que el corrupto o estafador es el que está amparado por las leyes y quienes las administran y, la mayoría de las veces, jaleados por quienes debieran aborrecerlos por deshonestos, perjuros o mentirosos (Gil y Gil, Dioni, Rubalcabras, etc).
  • La moral civil norteamericana es mucho menos transigente con los corruptos, ávaros y mentirosos –presidentes de gobiernos incluidos–, defendiendo las libertades individuales y el éxito personal como los grandes logros de su sociedad. Por contra, hay una gran parte de sociedad, cercana al fundamentalismo teocrático –no importa tu credo religioso, siempre que practiques uno– mientras esa moral religiosa llevada hasta cierta exageración, provoca auténticos linchamientos públicos y mediáticos (habría que observar el desenlace de un caso S. Dragó en los Estados Unidos).
  • El continuo abuso de los partidos en España, patrimonializando, cuando no apropiándose, de lo que es de cada uno y/o lo que es de todos, junto con el creciente desprecio por tratar de solucionar los problemas reales de los ciudadanos, acerca poco a poco el rechazo contra los políticos abusadores en España, al existente en los Estados Unidos, eso sí nos une. Aunque de momento, en España es sólo es una reducida parte de la sociedad –eso sí, formada por parte de las clases más preparadas– la que está concienciada por la necesidad de acotar y encorsetar las opciones de los políticos.
  • Mientras el liberalismo imperante entre los norteamericanos es contrario a que se les detraigan recursos para mantener un sistema de solidaridad a la europea, para la mayoría de la ciudadanía europea y española, muchos liberales incluidos, sería inconcebible no disponer de una seguridad social y una educación a cargo de los impuestos que pagamos. Otra cosa será lo que pensemos sobre la optimización de esos recursos.
  • Lo anterior no nos debe llevar a pensar necesariamente en un egoísmo exacerbado de la sociedad norteamericana. Quede claro que personalmente no lo veo como un problema de liberalismo, sino de individualismo, en mi opinión, poco apreciado en Europa porque se considera exagerado. Sí, la sociedad estadounidense es mucho más individualista que la europea y en un mayor porcentaje que ésta.
  • La sociedad norteamericana es capaz de movilizarse por un vuelco activista en infinidad de casos concretos de ayuda a conciudadanos, por lo que no sería exagerado hablar de una solidaridad "mediática": las causas que consigan el apoyo de los medios de comunicación son, por más difundidas, las que recibirán ese apoyo solidario de los norteamericanos. Es como si cada uno nos convirtiéramos en jueces de quien merece su ayuda y quién no. Esta actitud es percibida como insolidaria por gran parte de los europeos.
  • Sin embargo, son mucho más graves las carencias de derechos civiles y de capacidad de control de la casta política que padece la ciudadanía española, y en general europea, que la ciudadanía estadounidense.
La pregunta que precede a la respuesta del millón, a la vista de los resultados obtenidos por este movimiento ciudadano, dispar, populista y político, pues es en la política y en la capacidad de controlarla donde se pretende incidir, es: ¿Quiere decir lo anterior que no podría existir un Tea Party en España?

Aventuro mi opinión personal, y si acierto, reclamaré el millón. El Tea Party "as it is" en USA, no tiene cabida en España. Para empezar aquí no nos reunimos para tomar té, afortunadamente no somos tan británicos, aquí nos reunimos para tomarnos unos vinos o el botellón, así que facilito una lista de posibles nombres para la posible variante hispánica del Tea Party: Calimocho's Guateque, Guatemocho, Vascamocho o Guatevinos. Me decanto por el de Guatemocho.

Después diréis que éramos cinco o seis.

La posible versión española del Tea Party, más que a la derecha de la derecha o a la izquierda de la izquierda, como parece que sucede en los Estados Unidos, tendrá que incardinarse entre la izquierda de la derecha, el centro y la derecha de la izquierda para tener visos de éxito en nuestra sociedad. Además, pienso que sólo existe un tema verdaderamente aglutinador de todas las posiciones sociológicas citadas, eso sí muy delicado, pues podríamos caer en el intento de manipularlo, aunque sea para una causa muy digna, hablo de las víctimas del terrorismo. Cualquier convocatoria realizada por ellas aunque, como la de ayer, sea silenciada por muchos medios, es seguida por bastantes ciudadanos, cierto que siempre que se amplifique su llamada por medios y grupos como Libertad Digital, Intereconomía, EsRadio, Plataforma de las Clases Medias, etc. con un posicionamiento habitual conocidos por todos pero aquí, para los que seamos algo, o muy, críticos con esos personajes y medios, deberemos aplicar la receta anti-sectarismo: "La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero".


Por supuesto que existen otros temas que interesan al espectro político señalado, aunque "per se" no conseguirían aglutinar a tantos españoles. En mi opinión, funcionarían exclusivamente como "además de" y al menos estarían entre ellos:

  • La situación de la Justicia Española, dominada y condicionada por los políticos, comenzando por la vergonzosa actitud de la fiscalía.
  • La proliferación de las taifas y el desleal uso de lenguas y presuntos derechos históricos, realizado por políticos nacionalistas y regionalistas, con intención depredadora de apropiarse de los recursos de todos, cuyo más visible logro se traduce en la progresiva desigualdad entre los españoles, llegando a fomentar y usar el odio al que piense diferente, simplemente por hacerlo, como instrumento de su poder.
  • La Corrupción reinante entre nuestros políticos. Situación tal que la anécdota es la del político honrado.
  • El desprecio por los más mínimos derechos y legítimas inquietudes de los ciudadanos.
  • La pérdida de tiempo, recursos y energías en enfrentamientos por el poder político, totalmente improductivos para la sociedad, al igual que el despilfarro en subvenciones innecesarias a partidos, sindicatos, organizaciones empresariales y ONG de dudosa utilidad social.
  • La más que degradada situación de la Educación a todos los niveles, especialmente en Secundaria.
Seguro que hay muchas otras, cuestiones capaces de ayudar a aglutinar voluntades de muchos ciudadanos en torno a un proyecto regenerador de la sociedad.

En refuerzo de lo anterior, tomo prestadas las palabras de mi amigo Paco Maganto ayer, "Estoy seguro que le das unas tijeras a gentes de derecha y gentes de izquierda, honestas –concepto en el que, cada vez con más convicción, pienso que debe incluirse la condición de "no sectarios" para que esa honestidad sea cierta– y todos cortarían los presupuestos por los mismos sitios". Cuanta razón tienes, Paco, ... Tanta, que la certidumbre de que lo que afirmas, junto con lo ocurrido en la Plaza de Colón ayer, 6/11/10 –sobre todo la incomparecencia de todos los partidos– creo que es suficiente argumento para pensar que sería prematuro abandonar, que aún hay esperanzas para que veamos o, al menos iniciemos, lo que anhelamos.

Así que, haciendo justo lo contrario de lo que nuestros políticos desearían, quizás haya llegado el momento de crear urgentemente nuestros "Guatemochos" (versión hispana de los Tea Party) y, con todo el respeto a ideologías y pensadores, deberemos dejar de hablar de tantos socialismo, capitalismo, liberalismo, Hayeck, Keynes, Sartori y otras referencias para pasar a hablar de aquello en lo que nos podemos entender:

  • Cómo resarcir, en lo posible, y proteger a nuestras víctimas de terrorismo y decidir cómo acabar con esto: ¿con dignidad o con Zapatero?
  • Qué España deseamos para nuestros hijos y cómo prepararla mejor y más eficazmente.
  • Hasta cuándo vamos a permitir que no se aborden políticas que favorezcan la creación de empleo dignamente retribuido.
  • Cómo formar y educar a nuestros hijos para que estén en condiciones óptimas para abordar un futuro cada vez más competitivo e incierto.
  • Decidir si consideramos justo y defendible que por nacer en determinada situación geográfica debemos tener privilegios que se les nieguen a otros españoles.
  • Decidir si estamos dispuestos a aceptar que los políticos sigan interviniendo y condicionando nuestra Justicia.
  • Decidir si estamos dispuestos a aceptar que el Fiscal General del Estado, no defienda los intereses de todos los ciudadanos y sea teledirigido por el partidismo del Gobierno.
  • Decidir si soportaremos por más tiempo a una casta política que en realidad "chulea" a los ciudadanos: miran por sus exclusivos y partidistas intereses, espolian nuestros recursos a su antojo, se apropian de ellos y cuando realmente tienen que estar al lado de sus ciudadanos, si sus estrategas macarras, no se lo aconsejan, nos hacen el favor de no aparecer.
¿Qué persona honesta, estaría en desacuerdo con que nuestra prioridad, la de todos, debe ser llegar a los acuerdos básicos para dar cumplida respuesta a las anteriores cuestiones?

Pues nada, a difundir y reclamar el compromiso de todos para alcanzar esta Decisión Ciudadana.

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4 comentarios:

viejecita | 11 de noviembre de 2010, 16:20

Juan
¡¡¡¿Como puedes juntar a Rato, Garrigues Walker, y Fernandez Ordoñez con Gallardón?!!!
Ya sé que Aguirre no te gusta, pero tu obcecación con Gallardón me deja apabullada.
Que yo lo he sufrido a él y a sus consecuencias como Presidente de La Comunidad, y ahora como alcalde, y te aseguro que le temo casi más que a Rubalcaba...

Juan Espino | 11 de noviembre de 2010, 17:00

Viejecita como digo a continuación que los nombres los he tomado como ejemplo de un arco ideológico, para nada prejuzgo la calidad de la gestión de ellos o sus formas de hacer política, que puede ser muy buena o muy mala. Pero es claro que ideológicamente o por como se definen, y así lo aceptan otros al compartir partido con él, encaja en ese arco. Quizás si hubiera nombrado a otro nefasto para muchos como Sánchez Mancha pasaría mejor la píldora Gallardón.

epi | 11 de noviembre de 2010, 19:30

*
La imposibilidad de llegar a un movimiento similar al tea party o guatemocho estriba, según mi corto entender, en que, mientras los ciudadanos estadounidensen no tienen duda de que ellos son los soberanos de su país, y como tales han de luchar por su soberanía-(mantenimiento de su constitución y país)- que es de donde emana el poder, la mayoría de los españoles piensan que son súbditos del poder ya establecido, proveniente del franquismo; con nombre de Monarquía de partidos.

El tea party o guantemoncho tuvo en este país un precedente filosófico en el inicio de la Platajunta-(1973-76) presidida por D. Antonio Garcia Trevijano. Fue traicionada por Felipe González y Santiago Carrillo, traicionando a la sociedad civil, debido a que su seguidores éramos unos neófitos políticos; educados en el sectarismo de las ideologías; con la creencia en la honestidad de los dirigentes. Nada parecido a los actuales estadounidenses. Es más cómodo creer en el partido, que estudiar, analizar los hecho…hechos de la historia y tomar postura; con miedo a la equivocación. Todo ello se produce por no tener metabolizado que la “soberanía de la nación” reside en “todos” los españoles.

A pesar de todo lo anterior, y porque alguna vez hemos de hacernos Ciudadanos se inicia el

“CONGRESO DE PLATAFORMAS SIGLO XXI”
Sábado 27 de noviembre de 2010 17:00 horas – Sala Ciudad de Úbeda (4ª planta)
Ateneo de Madrid – Calle del Prado, nº 21. 28014 Madrid

para saber +

Juan Espino | 12 de noviembre de 2010, 1:42

Muy de acuerdo con lo que comentas en el primer párrafo, epi.

No tanto en lo de la Platajunta porque, en mi opinión, demasiada élite, ... le faltaba la componente popular a esa sociedad civil. No obstante, el Sr. García Trevijano me parce una persona a respetar y con planteamientos más que suscribibles. Sobre los otros dos, la Historia aún no ha terminado de colocarlos en su lugar.