¡Cuidado con el perro! (1)
Menuda sarta de insultos e interpretaciones torticeras nos ha dedicado a los herejes el prenda. ¿Quién es el prenda? pues ni más ni menos que el corresponsable hacedor de una política, y una forma de hacer política, diferente, sin insultos, sin agresiones verbales –al menos a la "jefa" se le llenaba, de continuo, la boca con esa afirmación–, espero que con sus, al parecer, incurables obsesiones, no se empeñe en desmentirla, hasta el punto de convertirse con sus hechos y palabras, en el mayor avalista de que se le pueda llamar MentiRosa, como ya he leído por ahí.
Por si no lo han adivinado ya, el fabricante de las falacias, uno de los mayores usuarios torticeros de esa palabra, no es otro que el responsable de comunicación, responsable de programa, profesor titular de la Universidad del País Vasco, de la que , sin dar clase, cobra (desde luego no se le puede negar capacidad para urdir), nuestro nunca bien ponderado, Carlos Martínez Gorriarán.
Lo curioso es que esa sarta de insultos y falacias, las realiza sobre hechos incontestables, de significación inequívoca y diametralmente opuesta a la que sólo pueden extraer mentes como la suya. Desde que han decidido hacerse con UPyD como patrimonio personal y exclusivo, han conseguido imponer a manera de certeza universal y subconsciente para muchos que la verdad poco importa, de lo contrario hace tiempo que estarían fuera de un partido que se pretende regenerador y transversal. Veamos las lindeza:
"... eran tres personas empeñadas en imponer su tabarra sobre “democracia interna” –básicamente, ésta consiste en pasarse las normas por el arco del triunfo y en imponer sus muy minoritarias opiniones a cualquier mayoría- ..."
"incapaces de aguantar ni un segundo más su doble moral, su retorcida estuticia y su canallesca deslealtad."
"el diario El Mundo informaba de que algunos expedientados presentarán enmiendas a la totalidad a las ponencias del Congreso a través de afiliados interpuestos: ¡todo un ejercicio de transparencia y limpieza democrática!"
"Por supuesto, ese mismo diario, como El Correo, no ha dedicado una sola línea a informar a sus lectores de cómo será ese Congreso, de su reglamento, elección de delegados y de la dirección, enmiendas y ponencias, etc. "
"... los golemcitos que, al parecer, esperan que controlen un partido en ascenso que ahora no pueden controlar."
"... intentar destruir recurriendo a esos “seres descerebrados o entidades al servicio del hombre bajo ..."
Una licencia porque es la segunda vez que veo que cometes el mismo error al escribir la palabra "estulticia" y como eres de letras, canta mucho.
Voy a resistirme a la tentación de contestarte a todas y cada una de las falacias anteriores, realmente me cuesta porque sería tan fácil rebatirlo, pero ya en Plaza Moyua lo han hecho bien y cualquiera le enmienda la plana a los de Bilbao; además, sería entrar en un juego de acomplejados y algunos no necesitamos insultar para aparentar tener razón o enardecer a jaurías de "torqueimadas". Esos algunos para tener razón y una autoridad moral que veo desconoces, nos conformamos simplemente con cumplir, que no manipular, con la Ley, con nuestro Manifiesto Fundacional, con nuestros Estatutos, con nuestros reglamentos y con nuestro programa, desde el primer día hasta hoy, además de trabajar, cuando se nos permite, en trabajos de calle como aquellos a los que, sin nombrarlos, apuntas. Todo ello, sin negados cambios de fines, objetivos y métodos, premeditados o sobrevenidos (que está por determinar), o imputárselos a otros.
Sí te doy la razón en unas frases de tu libelo. Dices:
"Pero existen ciertas entidades que sí tienen la capacidad de fabricar algo bastante parecido a un golem a partir de material humano corriente. Pareciendo más listos y competentes que el golem tradicional de arcilla, este golem humano es, sin embargo, igualmente incontrolable y destructivo cuando se dedica a la que resulta ser su principal y único empeño: asegurarse su propio medro."
Estoy tan de acuerdo, que estoy viviendo como con posible material humano defectuoso, se ha construido un Golem upeydiano que se está cargando –eso sí , por encargo de su ama–, todo el proyecto de muchos ciudadanos, él solito, aunque dispone de una cohorte de conversos dispuestos a no dejar herejes con cabeza. Por cierto, ese párrafo ¿lo escribiste antes o después de mirarte al espejo?
Sí me parece muy mal que trates de denigrar a Rodolfo, sí, un fundador de UPyD, de PlataformaPro, desde Basta Ya, no sé si anterior a ti pero sí más coherente con los principios que estas iniciativas representan y han representado. Lidia y Maleni, ... ¡tendrás que decir algo de ellas!, cuando se han pateado los territorios más comanches de este lado del Mississipi. Concretamente, Maleni se batió el cobre por Guipuzcoa –el terruño que dejaste atrás, no sin antes asegurarte de recibir su dinero–, la tienda del jefe de los comanches, esos que todos parecen jefes como los aparateros de nuevo y viejo cuño. Bueno, como ya es habitual en vosotros, Rosa y tú, ... ya sabes, eso de los bien nacidos.
Hay una mentira ¿o falacia? que te desmiento por encargo de un amigo que estuvo allí. Ese intento de descrédito hacia los tres citados, intentando colar que eran cuarenta contra tres, no se lo cree ni Pimentel, el de "esto no volverá a pasar", desde luego lo vais a tener fácil y, esta vez, sin tener que pasaros estatutos y reglamentos por donde amargan los pepinos, si finalmente se aprueba el régimen disciplinario de la ponencia de estatutos, penalizando casi, ser más alto que Carlos o tener más herramientas que Pimentel en la nueva sede, y por si fuera poco lo ahí fijado, dejando en manos de posteriores desarrollos reglamentarios (en manos de nuestro Golem particular) penalizar cualquier cosa que se les haya escapado.
2 comentarios:
Chapeau, Juan. Te superas a ti mismo.
Una de las cosas que más me fascina de Gorriarán, es que es tan absolutamente soberbio, que es incapaz de darse cuenta de que lo que escribe es siempre una PROYECCIÓN de lo que el mismo hace, atribuyendo a los demás los errores que el mismo comete. Hay que estar absolutamente regalado de sí mismo para no darse cuenta. Que alguien así dirija un partido es la mejor garantía de que se va a la mierda, todo es cuestión de tiempo.
Enhorabuena por el análisis, Juan.
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