Buscando a los responsables


o
"Haciendo amigos"

Siempre he defendido una teoría, que me ha sido muy útil con aquellos cuyas convicciones están más arraigadas en lo emocional que en lo racional, por lo que podemos observar en estos días, casi todos los españoles. La idea, para abrir brecha en las defensas de esas personas cuyas convicciones son puramente emocionales (tribu, secta, localismo, etc.) que, por no tener fundamentos razonados, son las más reacias a entablar el debate, pues bien, la idea reside en plantearles una duda razonable acerca de la consistencia de algunos de eso postulados cotidianos que casi todos damos por sentado, permitiendo exponerle a continuación, otra duda sobre la solidez de los planteamientos que sí deseamos cuestionarle. Es una táctica que me ha proporcionado algunos éxitos. Por ejemplo:

  • ¿Quién inventó la frase "los hombres atacan de frente" que todos admitimos como algo incuestionable?
Tras los primeros momentos de perplejidad del oponente, durante los que debemos evitar que nos aflore a la cara esa sonrisa de suficiencia que suele transmitir algo muy similar a "te pillé, gilipollas", asestamos el martillazo sorpresivo:

  • "El fuerte de la tribu". Es el que más se beneficiaría de un ataque frontal ya que, siendo el más fuerte, casi tendría garantizada la victoria" (explicaría seguidamente).
A continuación, para remachar la puesta en marcha del inteligente y benéfico, incluso para el propio oponente, mecanismo de la duda, a manera de ungüento suavizante, añado:
  • ¿Cómo igualar realmente las oportunidades en una contienda física entre una masa muscular de 2,10 metros y un enclenque de apenas 1,60? ¿Como valorar la influencia de una mayor inteligencia de parte de uno u otro? ... "El pequeño, por detrás y con garrota" (para hacer realmente efectivo lodemoledor contenido en esta frase, es necesario decirla con contundencia).
Con este razonamiento, ya únicamente nos queda aportarle a nuestro oponente una honrosa salida que le suavice el tener que admitir tu victoria dialéctica, con la justificación del siguiente argumento de autoridad irrefutable:
  • El ejemplo más claro de esto, es el enfrentamiento entre David y Goliath. El primero tuvo la suficiente inteligencia, apoyada con su tremenda habilidad en el manejo de la honda, para comprender que sus posibilidades de victoria pasaban incuestionablemente por no llegar jamás al cuerpo a cuerpo.
Esta introducción viene a cuento, pues trato de cuestionar otro "dogma" del buenismo imperante, e incluso anterior a éste que consiste en esa frase de "ahora no es el momento de buscar culpables". Realmente nada más estúpido y conveniente para esos culpables y, a la vez, alejado de lo que en sociedades como la española hay que hacer. Vemos con rubor cómo en sociedades tan vituperadas como la estadounidense —que también tiene su lado obscuro, ¡faltaría más! pero no es éste— la cultura de la inmediata dimisión de los responsables de cualquier tropelía, abuso, error o escándalo está implantada, sobre todo en la clase política.

En España, nada, no dimite ni el sopapo aunque le hayan cazado con las manos en la masa. Por eso aquí no debemos plantearnos ese "ahora vamos a dedicarnos a tratar de solucionar el problema que has creado, que ya habrá tiempo de ajustar cuentas". Porque aquí, el felón se queda en el mismo puesto desde el que la lió y, sin duda ocupado en la innoble tarea de ocultar sus rastros y ralentizando al máximo la posible, que no segura, investigación.

Aquí, lo primero que habría que hacer con estos profesionales de abuso doloso es, tras reconocerlos, retirarles el pasaporte y bloquearle hasta las cuentas de cristal, si las tuvieran. Es por eso que voy a tratar, si no de identificar, al menos de clasificar a los responsables del desastre español, de las tropelías económicas y estructurales cuyas terribles consecuencias sólo comenzamos a vislumbrar. Evidentemente, los grados de responsabilidad en el "zamarreo" y de participación en el reparto de "las manzanas", es muy diverso según sea el colectivo. En cualquier caso, la clave de la movilización de todo este entramado de poder cuasi diabólico, hay que encontrarla en la codicia y en la avaricia, sea de dinero o de poder. Por último, quiero aclarar que el uso de "zamarreo" y "manzanas" es más que intencionado ya que lo que ejecutan los que planifican y ayudan a estas situaciones están haciendo "terrorismo económico".
  • Los amos del juego.- En este colectivo incluyo a esos pocos individuos que pueden estar involucrados en la banca, las grandes finanzas, grandes corporaciones, especuladores, etc. que desde los salones de sus casas , lo organizan, eligen a los invitados, reparten las cartas, le venden el tabaco y las bebidas a los jugadores y deciden quién será el chivo espiatorio de esa tropelía antes de pasar a la siguiente. Son los inductores y máximos responsables de estas catástrofes económicas y los que se llevan la parte del león de "las manzanas".

  • Banqueros, grandes empresarios y especuladores.- Están en un escalón por debajo, pero muy por debajo, del de los "amos del juego" y sin que ellos lo sepan, tal vez porque nunca querrán saberlo, fueron seleccionados por los "amos del juego" como seguro ante situaciones extremas, que siempre podrán existir, dada la gravedad de su juego, pues estos señuelos están destinados a parar el golpe. Por muy mal que se pongan las cosas, aquí terminarán los destinados a la "guillotina". Cuando gente bien informada trate de localizar a los mal altos implicados en cualquier trama golpista, especulativa o del tipo que sea, es probable que llegue a alguno de este grupo, si es que tiene suerte.

  • Los políticos y los suyos.- Son cooperadores necesarios para cualquiera de estas antisociales tropelías, a ello unen la infamia del incumplimiento de su compromiso con la sociedad, y son, en mi opinión, los más culpables de estas situaciones porque deberemos sumar a la codicia y avaricia, la traición al pueblo con el que están comprometidos. Son los responsables de introducir, y posteriormente aprobar, determinadas frases en el texto legal de determinadas leyes, para que permitan determinadas operaciones que engrosen los bolsillos de determinados empresarios, financieros y especuladores. Es más que probable que no todos estén al tanto de lo que realmente ocurre pero, al igual que mirar para otro lado no es admisible como excusa para el pueblo vasco ante la falta de reacción por los atentados terroristas, tampoco lo es para el político que opta por no averiguar qué es lo que provoca ese intenso olor a podredumbre que le circunda.
  • Aunque es una figura que suelo usar habitualmente, la repito por ser clarificadora: ¿Alguien piensa que si, por ejemplo, los codiciosos y avariciosos alemanes —que los hay— hubieran tenido las mismas posibilidades de enriquecerse tanto y tan rápido como los codiciosos y avariciosos españoles, no estaría urbanizada toda Alemania desde el Báltico hasta la Selva Negra y su hoy puntera industria, se habría reducido a cotas testimoniales? De haber sido así, es posible, que hoy en día BMW, Mercedes o Braun fueran filiales de alguna multinacional americana o francesa. Esto no ha ocurrido porque los políticos alemanes, de una parte, siguieron defendiendo la tradición industrial alemana, y de otra, no cedieron a las sin duda grandes presiones de los correspondientes "amos del juego" para que se efectuaran los cambios legislativos que les permitieran enriquecerse tanto y tan rápido como sus colegas españoles. Igualmente, alguna influencia habrá tenido encontrarse en frente a una sociedad mucho menos permisiva ante los pelotazos y las corruptelas que su homónima española.
  • La sociedad española.- ¡Duros a pesetas! Por muy ingenua que sea gran parte de la sociedad —que lo es, ingenua y ávida de trileros que le embauque, explíquenme, si no, el fenómeno ZP—, nadie en sus cabales puede pensar que si los bancos ayer para prestarte 30.000,-€ para comprar tu vivienda, te exigían tener garantías, propias o familiares, por más de 90.000,-€, de la noche a la mañana, estos mismos individuos se han convertido en filántropos y si deseas comprar una vivienda del mismo coste, te prestan esa cantidad,más 10.000,-€ para amueblarla y un nuevo automóvil. En batallas tan desiguales, suelo ponerme de parte del más débil, pero ese "dame pan y dime tonto", reconozcámoslo, denota una complicidad no exenta de culpabilidad, de querérselo creer aunque sepa que es imposible.
  • De otra parte, para este más que experimentado observador (experiencia =mucho tiempo), existen situaciones que resultarían bastante incomprensibles, si no fuera porque alerté en su momento que, junto con muchos convencionalismos represores, lastres del franquismo, desde la izquierda abanderamos romper con otros muchos que significaban respeto por el otro, normas básicas de convivencia, aprecio por el resultado del esfuerzo, reconocimiento de la excelencia, etc. Algo que hoy se echa de menos en la sociedad. Parte de nuestra juventud está desnortada, no toda como afortunadamente podemos observar en nuestro partido. Jóvenes, ni siquiera mileuristas, endeudados hasta las cejas por la compra de vehículos mucho más caros y potentes que los de sus propios padres; cuando hace sólo treinta años, aquellos jóvenes que podían abordar la compra de una vivienda, era porque gran parte del coste lo abordaban unos pudientes padres. Yo, que no fui nada excepcional, no inicié la compra de la mía hasta los treinta y cinco,tampoco era algo que nos quitara el sueño, los valores eran otros y seguro que mejores, en su conjunto.
    ¿Responsabilidad de la sociedad,de los españoles? ¡Qué duda cabe que bastante! ¡la suficiente! En eso estamos, tratando de convencer a todos nuestros compañeros de que la regeneración democrática, para hacerla realidad, empieza por regenerar a la propia sociedad española.
    Pero algo hay que decir en su descargo, o las cosas cambian mucho, o será la propia sociedad española la acabará por pagar los platos rotos de tanta codicia y avaricia, unidas al presuntuoso y estúpido pregonar de su propia ignorancia por parte del peor gobernante que cualquier pesadilla, nos pudiera deparar, Zapatero.
Recuerdo una anécdota de Pedro Dicenta, "de los Dicenta de toda la vida" con esa maravillosa voz de los Dicenta de la antigua hornada de actores, compañero de Isabel Sanz Toledano (una de las protagonistas del libro histórico: "La lucha es tu vida. Retrato de nueve mujeres combatientes republicanas" de Carlos Fernández Rodríguez), tía carnal de mi esposa, Isabel Sanz. En su casa se celebraban cotidianas y muy amenas tertulias políticas y/o literarias, allí conocimos, Isabel y yo, a históricos dirigentes comunistas: Santiago Carrillo (durante una de sus visitas de incógnito), Simón Sánchez Montero, Marcelino Camacho, entre otros muchos.A su vez, nuestra casa se convertía en su secreto refugio, por desconocido para la político-social, cada vez que ocurría un atentado o alguna autoridad del Régimen estimaba oportuno efectuar una redada de "los indeseables". Pues bien, Pedro Dicenta, hombre culto donde los hubiere, corrector de estilo en la Editorial Taurus, era —y cada día estoy más seguro de que no le faltaba razón— bastante escéptico con el pueblo español al que amaba tanto, pero a la vez desdeñaba sus miserias personales. Sobre todo cuando, a cuenta del "hermanísimo" Juan Guerra, él se indignaba porque, por las reacciones de la gente, no parecía que estuvieran indignados por las artimañas y trampas del hermano conseguidor, sino por el hecho de comprobar que ellos no tenían oportunidad hacer lo mismo. Sí señor, poquísimamente correcto en lo político, y mucho más, si de hacer amigos se tratara. De ahí, mi continua insistencia en que la regeneración democrática debe comenzar por la propia sociedad española.



Aconsejo encarecidamente la lectura de la entrada de hoy en el blog de Santiasgo González, muy clarificadora de como entienden, y hacen, las cosas en la secta del Patxi López y de ZuPertramp.

2 comentarios:

Anónimo | 10 de febrero de 2009, 1:46

Me ha gustado mucho y comparto gran parte de lo que dice aunque hay cosas que sinceramente se me escapan.

La sociedad española creo que esta bien explicada en el lazarillo de tormes, la picaresca es continua y la falta de cultura democratica es otra razón que se me viene a la cabeza pensando en la deriva que ha ido tomando la sociedad.

Para evitar que los que denomina "Los amos del juego" puedan jugar con trampas y hacer lo que les venga en gana, creo que los politicos deberian empezar a controlar (en el sentido de ponerles normas claras) a "Banqueros, grandes empresarios y especuladores" y para controlar a los politicos, la que deberia estar omnipresente en ellos es la constante mirada de la sociedad, el jucio critico que no se les hace, entre otras cosas, porque la sociedad no ha empezado a hacerse ese juicio a si misma.

Saludos

Juan Espino | 10 de febrero de 2009, 2:10

A pesar de tus palabras "aunque hay cosas que sinceramente se me escapan", lo has clavado. Una de mis luchas en el partido ha sido siempre que, por muy poco políticamente correcto que le parezca a algunos, en nuestro mensaje debe estar muy claro la exigencia de que sería inútil tratar de regenerar la política si previamente,o a la vez, no regeneramos a la propia sociedad española.