Carta abierta a uno que no la leerá.



Nunca me has caído bien, Pablo Iglesia, todo lo más, cierta simpatía con algunas de tus antiguas propuestas. Pero visto, que hasta esas propuestas las perviertes y anulas sin disimulo alguno, para retomarlas cuando y tantas veces como te vengan en gana, no he podido por menos que pensar en tí como un auténtico fascistón coletero.

Lo cierto es que tras tu último revolcón electoral en Andalucía, mi tierra, junto a vuestra –de tí y de los tuyos– clara y progresiva pérdida de peso político, es innegable que tu soberbia y no meditada respuesta, ante la insospechada implantación electoral de VOX, ha hecho saltar por los aires tu perenne disfraz, de más o menos demócrata, mostrando sin posibilidad de error alguno, tu auténtica faz política, resultando ser un agitador staliniano de tomo y lomo


Y para esta conclusión, no me influye tu pertinaz insistencia en llamar a VOX, ultraderecha, extrema derecha, franquista, fascista, machista, homófoba, antifeminista,…, antitodo. Dada la práctica totalidad de medios de comunicación, partidos, voceros mediáticos, etc. que coinciden con vosotros. Para mí, VOX –hasta el día de hoy– es un partido de derecha radical. Y ni tan siquiera esto, mientras no podamos juzgar su capacidad de negociación y cesión con sus posibles asociados, PP y C’s. A no mucho podremos definir con mayor conocimiento al respecto.

Pero sí me ha influido, y mucho, tu convocatoria incitando a la movilización a los colectivos de vuestro entorno, a tomar las calles, a lo que llamaste “alerta antifascista”. Y viendo a los que conseguiste aglutinar en Sevilla, Málaga, Granada, etc… palabra que eran auténticas víctimas y sufridores del fascismo. Creo que no había casi nadie que hubiera vivido en tiempos de Franco, toda una experiencia.

Mejor harías habiendo ejercitado una verdadera censura de vuestra cutre campaña, a lo mejor no fue tan cutre, pero la gente andaluza ya te va conociendo y sabe que


Iglesias, la democracia contigo
es como comer chile con higos.

0 comentarios: