Tontos, pero tontos, tontos, .... o aún peor, mentirosos, mentirosos.







Pues van a ser las dos cosas. Me explico: 

De una parte es tanto el terrible cretinismo mostrado por los implicados en los hechos, que únicamente su creencia en la "falsa certeza"–que hasta ahora, sí le ha amparado– de estar por encima de todo, leyes incluidas, justifica la estulticia de su actuación, la de Rajoy, de De Guindos y de Soria. Sólo se protegieron tras la nocturnidad de esta inoportuna y dedocrática designación, como si no les hicierafalta mayor discreción.

Su prepotencia y este increible desprecio por la capacidad de reacción de la ciudadanía española, es lo que les ha llevado a este inmenso ridículo de la propuesta de este mentiroso, cuando menos, político José Manuel Soria. Ellos solos se lo han buscado. El más grande de los ridículos, frente a la opinión pública mundial, en general y frente a la española en particular.


¿Lo peor de todo? Sobre su desvergüenzauna más–, en este amaño, prima la villanía de sus posteriores y grandes mentiras: concurso inexistente, que no podían hacer nada, etc. Este, y no otro, debería ser el principal argumento descalificador para que, si tuviera un mínimo de dignidad, Rajoy renunciara, y diera paso a otro de sus cercanos correligionarios, con una imagen aún no tan vinculada con la mentira y la corrupcióncon, que pudiera ser propuesto en una nueva investidura. Rivera, este es la "fe regeneradora" de Rajoy y sus más cercanos pretorianos. ¡Ojo al parche!


¿Iglesias? ¿Sánchez? Mucho peor, por increíble que resulte, debido a la certeza de lo que se espera del primero: Venezuela; y por lo mostrado de su marrullería y falta de ética, escrúpulos y memoria, por el segundo: Bibiana Aído, Magdalena Álvarez o Leire Pajín

Así que dicho esto, Rivera: a Rajoy, de volverlo a intentar, o le atas en corto –no sé como– o a la primera que se le plantee, te la clava hasta la bola.¡Al tiempo!


0 comentarios: