¡... Y encima querrán que tiremos cohetes!




Ayer, tomando un café por la tarde en un bar cercano, veo un ejemplar de El Mundo, sobre la barra y, tras pedir permiso, lo saco a la mesa donde tomaré el café y fumaré un cigarro.

¡Coño, qué es esto! En la página tercera, leo en VOX POPULI, lo siguiente:


ÁNGEL GONZÁLEZ. Logran retirarle el escaño tras ser condenado.
JOSÉ JUAN CARDONA. Una de las penas más elevadas por corrupción.


¿Hemos cambiado de época? ¿Se atisba un principio de Justicia a la puta casta en este País?

Al lado un titular a dos columnas. "Bienvenida la primera condena contra directivos de las cajas". Después de esto, casi me da un soponcio y tiro el cafelito con leche.

Esto que debería ser lo normal –TODOS los que la hacen, la pagan–, dada la calaña de nuestros políticos, banqueros y magistrados es como la excepción que brota como un volcán marino y a ti te coge pescando desde una patera, justo encima.

Claro que pasados los primeros espasmos, con el cafelito casi consumado, recuperado ya de la arritmia, profundizo en la noticia y la cosa no resulta ser para tirar cohete: "Hay que resaltar también en esta ocasión la labor de la Justicia que ha resuelto el caso de forma más rápida de lo que nos tiene acostumbrado..." Pues si llega a ir lenta, nos pilla la 5ª República, sobre todo teniendo en cuenta que la fiscalía les imputa que desde 2001 "de común acuerdo para vincular fraudulentamente a la caja de ahorros que regían, generando obligaciones económicas para su beneficio particular y en perjuicio de la entidad, actuando de espaldas a los máximos órganos colegiados". Claro, que si se compara –como hace el editorial– con el caso
"Cooperación", por el que el espabilado exconsejero de la Generalidad Valenciana, Rafael Blasco –condenado hace unos días, a 8 años de cárcel–, "despistó" 6 millones de euros de los que únicamente 400.000 llegaron a su destino real, ayuda humanitaria a Haití, se inició por una denuncia en octubre de 2010, éste le gana por la mano en rapidez. Eso sí, no ha devuelto ni un euro el muy bastardo, además de verse arropadíssiiimo por su partido el PP valenciano de Camps. Porque sí es cierto que la actual dirección de Fabra, le ha puestoa los pies de los caballos. Permítanme la maldad, ¿no se "despistó" el dinero hacia donde tenía que haberse "despistado"?

Sin embargo, creo que la palma de las recientes sentencias se la lleva el caso de las escandalo/pensiones de la directiva de Caixa Penedés.
Estos golfos Ricard Pagés, Manuel Troyano, Santiago José Abella y Juan Caellas, junto al fallecido exdirector de Recursos Humanos Jaume Jorba –al que intentaron cargarle el "mochuelo sus honorables co-delincuentes–, "se auto-otorgaron" pensiones de forma opaca a los órganos colegiados de la caja, que no figuraban en sus contratos. 



Aquí, donde Vds. los ven, tan formalitos ellos, 
son los chorizos responsable de un gran agujeros
que tendremos que pagar todos los españoles por muchos años,
... Por si se cruzan con ellos por la calle,
cosa que dudo porque irán en coche con chófer.

Pero como estos
delincuentes han devuelto 28,6 millones, a pesar de que el importe total de lo apropiado era de 31,6 millones, la sentencia se convierte en un remedo de la Justicia, con mayúscula –cuando no una burla directa– pues se les evitan penas de cárcel, imponiéndoles penas de 2 años o menos. Todo ello, ignorando su pésima y desleal gestión que ha generado muchas y cuantiosas pérdidas. Tan mal estaba por dentro la entidad catalana Caixa Penedés que, antes de colocársela al Sabadell, el FROB –que este sí somostodos– tuvo que facilitarle 915 millones contantes y sonantes.

De nada nos debe valer que el juez de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, les espete en la sentencia que “Se ha producido una actuación por su parte maliciosa, insidiosa... engañosa para la sociedad. Burlando los controles de la caja de ahorros, con figuras como el presidente y consejo de administración prácticamente decorativas, han antepuesto intereses personales a los intereses sociales, abusando de la confianza que tenían depositada en ustedes como altos directivos”. Vamos, un reprimenda con la que intenta ocultar, en base a la pretendida honorabilidad –que si alguna vez la tuvieron, con su ejecutoria la ha perdido totalmente–, que son mucho más chorizos que aquellos a los que, aunque pretendan reponer el mal causado, sí se les condena a pasar una larga temporada en la cárcel. 


¿Justicia igual para todos? ¡... Y un mojón pa ti! 

¿Recuperaremos también esos 915 millones pagados por el FROB?

Pues permítanme que lo dude, sin temor a errar. ¡... Y encima querrán que tiremos cohetes!





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