Escrachear o no escrachear, esta es la cuestión (I)
Como veo que el tema del escrache está bastante candente y que no hay cosa que más me guste que mojarme en caliente, voy a tratar de reflexionar sosegadamente sobre el asunto.
Nuestro personaje, "el españolito".- Como es un asunto bastante peliagudo, voy a realizar una serie de aclaraciones previas que se me antojan necesarias para que nos entendamos, si a ello estamos.
Voy a centrarme exclusivamente sobre el fenómeno escrache ocurrido en España y en nuestros días actuales.
Nuestro personaje, "el españolito" es cualquiera de nosotros, podemos ser muchísimos los afectados por cada circunstancia, o poquísimos. Ya se sabe, eso de "¡Vivan las caenas!" o "Sarna con gusto, no pica", inexplicablemente, funciona a base de bien.
Es evidente que no todos los implicados elegirían el aspecto tan español que le he colocado al personaje. Seguro que alguno preferiría incorporar el morado a esos colores, pero soy el dueño del blog y coloco los que se me ponen. Haberlo hecho antes. En cualquier caso, su razón de ser es que se sientan españoles o de pajilandia, monárquicos o republicanos, todos ellos por mal que nos caigan, vociferen o sean desagradables, deben tener los mismos derechos ante el Estado y sus instituciones, prestaciones, etc, salvo que aquellos le sean recortados por sentencias de tribunales de Justicia. Sí, con mayúsculas.
Este personaje, resultará ser tan honrado o tan corrupto, tan humano o tan joputa, tan amable o tan cabrón, como cualquiera pueda imaginar, pero esa condición, no le elimina ninguno de sus derechos.
Sólo deberán entenderse como aludidos aquellos que cito –y tal cual los cito–; por ejemplo si digo "empresariales", me refiero a las organizaciones patronales equivalentes a los sindicatos y sólo a éstas. En todos los ámbito existen personas decentes y responsables, lo que ocurre es que son poco visibles, y entre los políticos, reconozcámoslo, muy escasos.
Cuáles son los límites.- Es difícil definirlos, ya que una cosa es lo que nos pida el cuerpo y otra, bien distinta, lo que se pueda realizar dentro del sistema legal, casi en el límite de éste, pero dentro de él. Innegablemente estoy contra la ejecutoria, el lenguaje y el tono amenazador que podemos ver aquí:
Respecto a esto otro, estoy de acuerdo con el texto que se lee, independientemente de las posibles exageraciones que pueda incluir:
Y a estas alturas de lo transcurrido en los últimos años, ¿quién podrá negar que existen razones objetivas para un soberano cabreo de la sociedad civil? Por favor, si hasta los más recalcitrantes atacando a este movimiento, son los que cada noche y cada mañana aplauden con las orejas a quienes se rasgan las vestiduras exclamando su sorpresa porque la sociedad civil, aún no tome la calle para protestar y montarla. Bueno esa "misma" sociedad civil, no. Ellos piensan en otra sociedad civil mejor vestida y más "compuesta". Esa que suelta por su boquita lindezas que no me atrevo a reproducir aquí, durante las concentraciones y manifestaciones de la Plaza de Colón, a las que suelo acudir, pero con otra disposición que la de esos "compuestos" miembros de la sociedad civil.
Lo que vemos en este tercer vídeo de Jaime Alekos, me parece una actuación de esas que creo están dentro de los límites legales. Me preguntaría si el empujón que un policía propina a una de las activistas (minutaje 00:17), en puridad, está dentro de esos límites:
Pero, por parte de los políticos, hacer oídos sordos a más de 1.500.000 firmas, me parece, cuando menos, delictivo. No se trata de aceptar la dictadura de esos firmantes, pero pasar olímpicamente de ellos, como pretendían, es insostenible. ¿Cuánto tardaron en debatir y aprobar la última reforma constitucional impuesta por Frau Merkel? ¿Cuánto tiempo piensan marear esta nueva Ley? ¿Y con esa ejecutoria pretenden que además se les aplauda? ¡POR FAVOR!
En mi opinión, una adaptación del cobrador del frac, el "politicayo" –político y lacayo– sería más que suficiente y, por qué no, abandonar locales en los que entren esos políticos, proclamando, o no –pero esto sería inperceptible para los demás– la razón del abandono; el pararse ante el susodicho reclamando su atención hacia el tema de la ILP. Desde luego, o te esfuerzas en que se sientan realmente incómodos, o nada conseguiremos. Para mí, esto es legítimo, y más aún, dándose las circunstancias que se dan por parte de una sociedad realmente jodida y de unos políticos que se esfuerzan en ignorar su verdadera función, prefiriendo vivir en los mundos de Yupi. Creo que el escrache debería consistir en abuchear públicamente a los políticos que se niegan a revisar la ley hipotecaria. Desde luego, eso les va en el sueldo. Y a quienes confundan el escrache pacífico con una acción de kaleborroka, que se lo hagan mirar, pues ciertamente lo necesitan.
Lo que me parece del todo inaceptable es que se reclame por algunos de los protestones profesionales, que la sociedad civil tenga que cruzarse de brazo para que a aquellos que la desposeen de sus legítimos bienes y derechos, no se les afloje el esfinter.
Aquí está el quid de la cuestión, la sociedad civil es muy diversa, nada homogénea y, por tanto, manipulable; el problema es la falta de liderazgo, espontáneo o preconcebido, que acote las acciones de esa masa, más o menos consciente de su poder. Es fundamental el ejercicio del liderazgo moral, que marque claramente, siendo aceptado su criterio por la gran mayoría, los límites entre lo admisible y lo que no lo es.
(Continuará)
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1 comentarios:
Todavía estamos a años luz de ser uan sociedad civil confiable, educada, avanzada y democrática... Una sociedad civil Siglo XXI o mas lejana aún: "nórdica"... y a los hechos me remito, que mi querido Juan, nosotros de ésto, sabemos mucho!!
Para terminar, a mi Ada Colau no me representa y además cobra subvenciones y escrachea con mi dinero, el que me quitan del bolsillo con impuestos sin preguntarme ni dejarme decidir a quien quiero que vayan :))
Un abrazo
Sq
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