¡Por favor, no nos ayudéis más!
Eso, o algo muy parecido, de ser miembro del colectivo de profesores de Secundaria y Bachillerato de la Educación Pública, en Madrid, es lo que le diría a Pilar Bardem, Almudena Grandes, Antonio Muñoz Molina, Miguel Ríos, Joaquín Sabina, etc. etc. etc. a los que se ha incorporado oportunista –como es ella– y tardíamente – consecuente con su pensamiento tardosocialista– la sin par, la inigualable y princesa de la demagogia, Rosa Díez.
¡Por favor, no nos ayudéis! que para equivocarnos o para acertar, ya nos bastamos solos, los bastante iguales en la manera de ver las cosas, y en la intencionalidad de nuestros actos, sean huelgas o manifiestos.
Respecto a los llamados intelectuales de la ceja,... qué decir, pocos cuestionarán la trayectoria profesional de muchos de ellos, algunas de las cuales aprecio notablemente (Miguel Ríos, Serrat, Sabina,...). Cierto que algunos de los firmantes, han subido más su caché por convertirse en "piqueteros" o "voceras" de todo lo que, contra el PP, se mueva desde la izquierda, la de los ERE, los vaciado de nuestras cajas de ahorro, la de la memoria histérica –que no histórica, muy respetable–, la de las facturas escondidas, la de los faisanes, etc.
Cito lo anterior, porque ahí tienen motivos, y más que suficientes, para montarles el pollo, como a la "derecha extrema", a tanto chorizo de izquierdas que arrampla, roba, patrimonializa y despilfarra lo que ese de todos. ¡Ah! Pero como se dice en el Norte, "cierto que son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta".
En cualquier caso, el que Esperanza Aguirre, tan digna ella, use el apoyo de los de la ceja y los sindicatos de secta, a las reivindicaciones de los profesores, para tratar de desprestigiar a estos y a sus exigencias de calidad en la enseñanza pública, es el mismo y estúpido intento, como el de Prisa por desprestigiar a la AVT, porque en sus manifestaciones, se personen habitualmente Inestrillas y los suyos.
El caso de Rosa Díez, es otro. Mientras a los anteriores, a la mayoría les puede mover su peculiar y sectaria forma de ver las cosas, en el caso de "Popotito", como le llama un amigo,es bien distinto pues dudo que crea en algo. Su discurso está más basado en una estrategia de marketing para decir en cada momento aquello que le preste mayor popularidad, que en la reflexión y el convencimiento de qué es lo mejor para España los españoles. Alguien la definió como socialista en excedencia y milagro sea que, en las próximas generales, no se nos revele como socialista en exceso. Pero, igual si los vientos soplan de otro lugar, su discurso se transmuta en anarco-capital-sindicalista. Eso sí, sólo su discurso, pues ella poco lugar dispone para ideologías, bastante tiene con soportar la pesada carga que lleva encima, la de ser Rosa Díez.
Así que por favor, no nos ayudéis a los que exigimos la cantidad de profesores que garantice la calidad de la enseñanza pública. Vuestra motivación no es la nuestra pues bien que pasasteis de lo mucho que hicieron por cargársela los "cejudos" el PSOE. Apuesto que vuestra movilización tienen mucho más que ver con la oportunidad de darle algunas dentelladas a vuestra bestia negra, Esperanza Aguirre, que con nuestros motivos.
Y ya que salió Esperanza Aguirre, mostrando que tiene toda la capacidad demagógica de la casta política española, ahora le da por vocear que la huelga es política. Tan sólo una pregunta: ¿En que punto del Programa Político del PP para la CAM figura que iba a tratar de desmantelar la enseñanza pública "como sea", al estilo zapateril? Ya lo he dicho, pero voy a insistir, esta cruzada personal de acabar arrinconando la educación pública, es fruto de su ideolofobia a lo público.
No son las dos horas o los recortes, es la calidad de la enseñanza pública, idiota.
Un ejemplo más de la capacidades "políticas" de Esperanza Aguirre, en aprendizaje por su "acólita" Lucía Figar, es su empeño en deformar la realidad con el uso perverso del lenguaje, una de las armas más sibilinas de los políticos para retorcer la verdad, no dejando de repetir que "no existen recortes". ¡Como si ese fuera el argumento de los profesores! Protestan porque no habrá profesores suficientes para hacer los desdoble entre otras cosas que tienen, todas, que ver con la calidad de la enseñanza.
Y las diversas actuaciones en esa línea son decisiones políticas, no para elevar la calidad, sino para imponer su ideología y esa es la parte más vil de la política. Unos con una adoctrinante y sectaria Educación para la Ciudadanía y otra perjudicando todo lo posible lo público y ayudando, con dinero público, lo privado. Secta contra secta, y en medio, cientos de miles de alumnos y miles de profesores, parte de los cuales están siendo indignamente atacados por una y tratando de instrumentalizarlos los otros. Para concluir con doña Esperanza una pregunta que bien podría trasladarle uno de esos "periodistas independientes", durante las casi encadenadas declaraciones de la Presidenta:
SI una buena calidad de enseñanza, permite horarios con 20 horas lectivas, ¿Por qué los profesores del Bachillerato de Excelencia cierran horarios con sólo 12 horas lectivas?
¿Aceptamos profesor como chivo expiatorio de padres con mala conciencia?
Ah, pero la cosa no termina aquí, entre los esperanzistas –parece el nombre de una congregación religiosa–, y algún despistado más, corre como la pólvora el siguiente no-argumento:
"A los profesores no les importa la calidad de la enseñanza, pues no han protestado anteriormente con las perjudiciales decisiones tomadas por el PSOE."
Supongo que tan informados ciudadanos esperarán que:
- Que sean los empleados de las estaciones de servicio, los que se pongan en huelga por la escalada de precios en los combustibles, y no los automovilistas y camioneros.
- Que sean los militares los que protesten públicamente por las decisión del Ejecutivo de entrar en guerras injustas, y no los ciudadanos movilizados por entidades de la sociedad civil o sindicatos?
- Que sean los conductores de los ferrocarriles los que hagan huelga por la subida de las tarifas, y no los usuarios?
- Que sean los profesores los que protesten por una legislación que perjudica la calidad de la enseñanza, y no los propios afectados, los padres de los alumnos?
Los profesores, en su momento dieron la voz de aviso a la opinión pública y a las APAS (o AMPAS en español bibianamente correcto), sobre las nefastas consecuencias de las reformas "igualitarias por abajo" del PSOE, las previsibles y las que surgían sobre la marcha, incluso alertaron sobre los efectos de la no aplicación por el PSOE, de la esperada reforma, "neglijentemente retrasada", por el PP. Pero eran los padres los que tenían que haber abanderado las protestas, usando la ayuda y los argumentos facilitados por los profesores, y no descargar sus propias responsabilidades sobre los profesores.
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