A por ellos, que sólo son políticos

 

Es evidente que, desde hace demasiado tiempo, la casta política no tiene problema alguno en hacer oídos sordos a las reivindicaciones de la ciudadanía, de todos nosotros, de aquellos en los que, en teoría constitucional, reside la soberanía nacional, por muy justas, necesarias y argumentadas que estén las solicitudes presentadas. Parece como si hubiéramos llegado a aceptar como inevitable, este ninguneo a la ciudadanía por parte de la partitocracia, al estar basadas nuestras reivindicaciones en lo razonable, justo y necesario de lo demandado, argumentos que les "resbalan" a nuestros políticos.

Por ello, algunos hemos acordado usar otro argumento con el que, en nuestra opinión, les podremos atizar donde más les duele a estos desleales políticos, que no es otro que el de los votos. Un gran número de votantes, dispuestos, no sólo a no votarles, sino a denunciarles y señalarles, pidiendo públicamente, el voto para quien notoriamente, y de forma verificable, se comprometa con nuestras exigencias. Argumento incuestionablemente más efectivo y "convincente" con esta casta.

 

Así que hemos decidido elaborar un documento que contengan las ideas con las que esperamos movilizar primero a los grupos que ya han manifestado su hartazgo, para posteriormente tratar de difundirlo a toda la sociedad española. 

Pero el intento de movilizar a la sociedad civil española sería baladí, si exclusivamente lo limitáramos a un documento ideario, manifiesto, denuncia o como queramos llamarlo. Habrá que darle forma física a ese proyecto y tomar las decisiones necesarias para que adoptemos la estructura organizativa que estimemos más adecuada para la consecución de nuestros fines.

Tampoco es un secreto que, entre los que estamos por manifestar nuestra voz, parece bastante generalizada la convicción de que para emprender esa acción, será necesario buscar la mayor participación posible. El documento propuesta, deberá centrarse exclusivamente en aquellas reivindicaciones inexcusables para alcanzar la deseada regeneración democrática y, también, social –no lo olvidemos– de España, dejando de un lado otras importantes y legítimas reivindicaciones, pero no ineludibles para alcanzar nuestros fines y que podrían romper nuestra necesaria cohesión.

Esta necesidad de sumar cuantas más voluntades sean posible, significa que deberemos congregar en torno a nuestras peticiones –hablando en términos de clasificaciones políticas clásicas–, no sólo a socialdemócratas moderados, o sólo a liberales moderados, o exclusivamente a la derecha moderada –nunca se alcanzaría el "peso político" necesario–, sino al conjunto de todos ellos. Razón por la que nuestro proyecto no podrá entenderse, si no se entiende y asume el concepto "transversal".

Asimismo, deberemos comunicar a los demás, evitando un discurso excesivamente académico o de nivel muy alto. Los planteamientos deben ser entendibles para el ciudadano de a pié, al  que deberemos convencer de que gran parte de la trágica situación por la que pasan hoy centenares de miles de familias españolas, de una parte, es debida a el excesivo poder otorgado a nuestros políticos –cuando no directamente secuestrado por ellos–,  y de otra, a que esa casta política, por no verse despojada del poder, se ha enrocado en una lucha endogámica de etiquetas supuestamente ideológicas, que lejos de solucionar problemas a los ciudadanos, o proporcionarle a estos las herramientas necesarias para solucionarlos, no tienen el menor pudor en crearlos ellos, cuando no se convierten ellos mismos en el problema.

Mi participación en este proyecto, es la causa por la que tengo algo abandonado este blog desde hace unos días y así será por algún tiempo.



La lucha será difícil y larga, pero no hay otro camino.

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