Al "Don" Mercado le crece su horma: Anonymous

Cabreado por la impotencia que genera saberse en manos de esos desconocidos dueños de mundo que parecen mandar por encima de gobiernos y a los que no podemos poner rostros, le pregunté a un buen amigo, que de economía anda bastante más largo que yo:  

"¿Quién leches es ese Mercado?"

– A lo que me contestó:

"Ese Mercado somos todos. Tú, cuando compras en un chino o en cualquier tienda una prenda o un objeto por el que pagas la tercera o cuarta parte de lo que costaría de estar fabricado en España, eres ese mercado y estás decidiendo su orientación. Bueno, no es exactamente así porque hay decisiones que toman unas pocas personas, pero bastante parecido."



Aparentemente tan numerosos en su conformación, tan desconocido y tan difícilmente identificable como Don Mercado. que es lo realmente saca de quicio a sus afectados, se ha comenzado a hacer notar este movimiento de rebeldía, Anonymous.

Tras la inquietante y clarificadora máscara del personaje de V de Vendetta (Alan Moore), se oculta una ingente cantidad de activistas –como tales les gusta identificarse–, personas que rechazan que les llamen políticos.


Aunque no existen líderes en este colectivo, parece bastante representativo del pensamiento general, la siguiente declaración:
"No somos miembros de ningún grupo político, no somos políticos, somos activistas. Me ofendería si me adscribieran a cualquier corriente política"


Aunque algunos los definen como ciberactivistas pero esto ya se queda corto porque si bien su fuerte está en internet –¿qué movimiento alternativo no está principalmente ahí?–, han organizado repetidas concentraciones y manifestaciones públicas en muy diferentes países en apoyo de Julian Assange, siendo Wikileaks unas de sus principales causas. Pero sus actuaciones, que van siendo muy numerosas, aunque principalmente dirigidas contra acciones  de los políticos, comienzan a afectar a empresa y corporaciones multinacionales (Amazon, PayPal) y comienzan a desconcertar al nuevo amo del mundo mundial, a Don Mercado, lo cual no me parece que sea malo y, además, me complace porque le irrita enormemente –principalmente a su componente especuladora– pues será irremediable que algunas de de esas actuaciones, manden al traste muy costosas de montar operaciones especulativas, sólo justificadas por sus expectativas de suculentas ganancias y no será con aquel: "el que roba a un ladrón, ...", sino con el: "más vale maña que fuerza" o "acción contra especulación".

¿Libertarios? ¿Antisistemas? ¿Revolucionarios? ¡Quién lo sabe! Posiblemente, Anonymous, esté "hecho" de todos ellos. Como aquellos a los que puede hacerles bien la puñeta: inversores, fondos de inversión de las sociedades de pensiones, ajenas (por desconocer qué se hace con su dinero) amas de casa, codiciosos especuladores, grandes bancos, rentistas, que son los componentes de ese Don Mercado, es el más dispar colectivo de personas de diferentes países, creencias y posición social, salvo por empresas y corporaciones, el que conforma esa maraña –y esta es su mejor arma defensiva– denominada Anonymous. Seguro que más de uno de los que tiene sus recursos invertidos en Don Mercado, vive la paradoja de participar, esta vez más conscientemente, en Anonymous.

Anonymous, no ha declarado la guerra a Don Mercado, más bien a las políticas de corrupción y ocultación de hechos inconfesables, pero inevitablemente tendrán serios encontronazos, porque bastantes de los intereses de Don Mercado, confrontan con las pocas ideas básicas de Anonymous.

Aparte de ser un movimiento tan global como la propia Web, es lo más transversal que se ha organizado hasta el momento, dejan a un lado los, para los ciudadanos, caducos conceptos de izquierdas y derechas, convencidos de que es la casta política, sea del signo que sea, la que les miente, les roba y coarta sus libertades. Básicamente es un movimiento dispuesto a denunciar allá, donde se encuentren, la corrupción; la ocultación de manejos económicos, políticos y judiciales; cualquier acoso contra ciudadanos dispuestos a denunciar estas desvergüenzas delictivas, exigiendo total transparencias e información. Mientras vayan por ahí, será de aplaudir y dignos de colaboración.


Es un error pensar que Anonymous es una grupo de hackers frikis que se ocultan en la web. Los hackers, que los hay, no dejan de ser un grupo reducido, pero el activismo lo realizan infinidad de voluntarios con las herramientas de las que dispone en cualquier ordenador con conexión a internet. Como estructura, se definen como una reunión en la red. Un Web Party, al que, a pesar de la similitud fonética, me juego algo, que no se apuntarían ni Sarah Palin, ni gran parte de sus incondicionales. Otra gran paradoja, esta vez para los ultra liberales.

Respecto al futuro de esta forma de grito liberador contra el yugo impuesto por los políticos que trabajan para los Sres. XXX, soy pesimista. Porque en las historias que conozco, difícilmente ganan los románticos y los que tienen razón. Al final, pero tras una larga lucha, me temo que el pulso se decantará de parte de los poderosos, porque los Sres. XXX, al igual que en las grandes sociedades, unos accionistas con un paquete pequeño de acciones controlan el consejo de administración, ellos con un porcentaje pequeño o ínfimo del mercado, son los que toman las decisiones importantes de Don Mercado. Conseguirán que la red se inunde de filtros y controles, y cambiarán las leyes –siempre lo han hecho– para que respalden sus intereses.

Pero, amigos, mientras dure, ... ¡Qué gozada!

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2 comentarios:

Diógenes de SÍnope | 18 de enero de 2011, 8:51

Espino, no te hagas muchas ilusiones sobre lo que puede deparar en un futuro próximo esta explosión de júbilo libertario. Pues los enemigos a los que nos enfrentamos los amantes al respeto de la libertad individual de ser humano somos conscientes que para alcanzar ese ideal tendremos que enfrentarnos a verdaderos “Terminators” de la manipulación social.

Por lo que de momento, solo se ha dado el primer paso hacia una meta concreta, y el camino estará plagado de trampas y encontronazos con fuerzas sobrehumanas que solamente seremos capaces de vencer si rehuimos el cuerpo a cuerpo y nos mantenemos en el más estricto principio de NO VIOLENCIA.

Juan Espino | 18 de enero de 2011, 13:35

Hola Diógenes. No soy optimista, como se refleja en el último párrafo de la entrada, antes del cierre. Lo que ocurre, es que soy muy poco pragmático y pienso que las cosas se hacen porque hay que hacerlas y no porque tengamos todas las garantías de que se vayan a conseguir. Aquello de:

Lo hicieron, porque no sabían que era imposible