Cocidito Madrileño


Esta entrada viene al hilo de un post y un correo enviados por un buen amigo. Pero como mi intención es que esta respuesta tenga la mayor difusión posible, lo coloco también en mi blog.




Octavio
, eres grande, magnánimo y mejor que yo, no es coña. Porque yo puedo pasar de que algunos me machaquen porque han aceptando como buenas “falsa acusaciones” por ser suministradas por pretendidas “personas de honor” en aquellos momentos, de las que ahora todos dudarían si conocen el significado de esas palabras. También duele oír de la boca de quien considerabas, creo que con razón, tu amigo, mientras junto con todos los demás te linchaba:

“lo que hay que hacer desde ahora hasta el congreso, es purgar a todos los disidentes, y ya después del congreso, que haya democracia interna.”


Pues bien, ni después del congreso la ha habido, ni la habrá, y de ser como él sugería, aunque se tiene por liberal, hubiera sido el más totalitario ejemplo de democracia a la búlgara:

Una vez exterminados los disidentes, ¡Viva la disidencia! O lo que es lo mismo, el orgasmo de todo defensor del pensamiento único.

Pues todo eso, sin olvidarlo, puedo dejarlo atrás, como algunos de los que me lincharon han podido comprobar. Sin embargo, lo que no voy a dejar a un lado –creo que tampoco podría aunque lo intentara– es la traición, el engaño y la ingratitud. Esto último por aquello de que si “de bien nacidos es ser agradecido” yo lo reinterpreto transitivamente por “el ingrato es un mal nacido”.

Como el que avisa no es traidor, y nunca he pretendido serlo, me voy a dirigir desde estas líneas a algunos –al margen de las trillizas originales– de esos traidores y farsantes que, al parecer, son tan honestos y caraduras que van a tener el morro de estar presentes en el “Cocido Madrileño” que tan espléndidamente están organizando algunos compañeros.


Como al contrario que ellos, ni me lavo las manos, ni participo en linchamientos, voy a dar sólo algunos datos:

Uno de esos farsantes que tanto lloraba por las injusticias y la falta de reconocimiento a su entrega, con frases como “por qué han puesto a esta por delante mía en las listas” y que se ofreció a colaborar en la redacción de unos estatutos alternativos a los que ya sabíamos algunos que se había encargado su redacción a Prendes, aunque Gorriarán, tan amigo de la verdad, lo negara. Recuerdo que estatutariamente todo afiliado(s) tenía(n) derecho a presentar las propuestas que estimara(n) oportunas al CD, luego nada era ilegal. Después corrió a “chivarse” al CD, inventándose inexistente viajes míos a Galicia y otras maldades. Cuando estando al tanto de su delación traté de sonsacarle, no dudó en procurar desviar mis sospechas hacia un(a) buen(a) amigo(a) del personaje.

Otro, también llorona, que ya durante la campaña electoral de 2008, se lamentaba: “el partido nos da de lado a los mayores, por muy preparado que estemos, y que se prefería colocarlo en manos de niñatos.” Yo le decía que este partido no iba a ser como los otros con “juventudes” separadas y domesticadas, que nosotros tampoco estaríamos de más, pero la mayoría aportando nuestra experiencia desde una segunda fila. Éste(a) también aceptó colaborar en los aspectos legales de los estatutos alternativos pero cuando “alguien” se acordó de él(la) para hacer algo en lo que no encontraban experto, con la perfecta excusa de una enfermedad dolorosa pero no peligrosa, comenzó a dar largas de continuo, entendibles por la enfermedad. Yo ya había localizado a otra persona para colaborar en los aspectos legales pero, sabedor de su problema, no tardaba muchos días en interesarme por su salud. Poco después, a pesar de que me constaba que supo de mi derrame cerebral, este(a) cobarde, no llamó ni una vez para interesarse por mi salud. Todo porque le habían avisado de que, según la dirección, mi contacto era tóxico. Gentecilla despreciable.

Los datos que facilito están limitados de manera que exclusivamente esos traidores(as) y farsantes, sabrán que son ellos, y no otros, a los identifico como tales. Todo, con la intención de evitar amargarles el cocido al resto de los buenos compañeros que por allí nos encontraremos. Así que desde aquí les envío el mensaje de que no se acerquen a mí como si nada hubiera pasado, porque en ese caso, y desde ese momento, será casi seguro que no sólo seamos Isabel y yo los que conozcamos de su auténtica calaña. Vamos a ser muchos, por lo que no será difícil, ni muy evidente para los demás, evitarnos. Por cierto, este aviso lo realizo porque me consta que que no saben que sé lo sé.

Perdona Octavio que me sirva, antes de concluir, de un párrafo de tu escrito:

"Es por ello, por el motivo que no me importa apoyar a quienes puedan tender manos, pies u otros miembros, pero.. de nuevo un pero, con la condición inexcusable de reconocer públicamente el error cometido contra tantos compañeros, nada de autos de Fe, algo tan simple como un “nos equivocamos” de manera publica… que no pueda quedar la sensación en algunos de que “es que vosotros SI os le merecíais”.
No voy buscando confrontación alguna, por ello le daré la máxima publicidad a estas líneas para que sean conocidas por los interesados.

Si finalmente alguno de los aquí referidos no se da por aludido, mi respuesta no será un acto de venganza sino un acto de franqueza sin reprimir. Si algunos de los convocantes piensan que mi actitud es incompatible con el Espíritu del Cocido que me lo haga llegar y lo discutiremos.

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4 comentarios:

CIUDADANOS POR LA LIBERTAD | 16 de noviembre de 2010, 7:29

20101116 – Juan, en algunos ambientes o círculos sociales, los Judas Tadeo siempre van a aparecer hasta debajo de las piedras.

Traidores y Farsantes de los que refieres, han menudeado en UPyD desde sus inicios. Aunque algunos de los que ahora más abominan del engendro, también pedían mi cabeza al Polit Buro de la Galera, y se reían y hacían chistes y comentarios chuscos sobre un servidor a costa del mundo heleno, en el blog de la Divina y del Gorri, poco después de que yo hiciera público mi escrito a Manuel Hernández, criticando su actitud en contra de una circular de la Consejería de Educación de la Taifa Murciana sobre Educación para la Ciudadanía.

Pero lo lamentable es que estos nuevos “Marranos”, convertidos en super-críticos una vez que intuyeron que por mucho que babearan encima de la Divina, no los iban a llamar a la diestra del Padre, no te perdonan que los dejaras en evidencia dos veces, una por tontos y otra por lameculos.
Así que si vas al Cocido, te recomiendo que te cubras las espaldas. Pues algunos que yo me sé, harían tiras de tu piel si pudieran.

Un abrazo y cuídate.

Juan Espino | 16 de noviembre de 2010, 11:40

Querido Juan, yo hago un distingo que me parece lógico y justo.

De un lado, el que yerra –¿quién está libre de error, inoportunidad o despiste?– que puede ser un engañado, un ingenuo o un apresurado, pero eso no implica que para siempre sea un "errador".

De otro los que te traicionan, con la intención de exponerla como mérito ante sus amos. Esos siempre será lo que son, unos traidores

Pero no pierdas cuidado, allí básicamente nos encontraremos buenas personas, a la inmensa mayoría de los cuales, ya despejadas dudas y equívocos, podrías confiar tu espalda.

Animaros tú y Miguel, os esperamos.

Miguel Baños Martínez | 16 de noviembre de 2010, 15:09

Juan, nos veréis el sábado en Madrid, a Carmen y a mi.

Si ha valido la pena militar en el partido Magenta ha sido por haber conocido personas como Isabel, como tú y como los herejes huertanos.

Con respecto a los sicarios y traidores no me voy a pronunciar, pues nunca lograría definirlos con la claridad y valentía que lo haces tú.

Abrazos para ti y para todos los compañeros y compañeras que nunca traicionasteis los principios del Manifiesto Fundacional de UPyD.

Juan Espino | 16 de noviembre de 2010, 16:59

Miguel, todo un gustazo veros a Carmen y a ti, en el cocido, aún sabiendo las circunstancias, no perdimos la esperanza de veros allí. Esta tarde-noche os llamaremos.