¿Porqué no te callas, ... Borbón?
Con el debido respeto a la institución a la que Vd. representa, le comunico que, en mi opinión, Vd, junto con el Prícipe de Asturias, acaban de realizar unas declaraciones que suponen un torpe servicio a la Monarquía, pues arremeten contra parte del pueblo, mientras han permanecido silentes en ocasiones que justificaban mucho más sus palabras. Movido por ello, me siento liberado de cualquier consideración especial hacia su persona, por lo que paso a manifestar mi opinión sobre diversos aspectos de su ejecutoria.
Tengo que decirle que sin ser un monárquico manifiesto, siempre he tenido una gran simpatía por la Monarquía que, en aquellos países en los que ha sabido ceñirse a su responsabilidad constitucional, supone un gran pilar para la confianza de los ciudadanos en todas las instituciones del Estado, además por lo visto, parece ser más económica para la sociedad la estructura de una Monarquía Constitucional que la de una Presidencia de República.
Lamentablemente vivimos en España, Nación en la que son pocas, muy pocas, las instituciones que reciben la aprobación de la ciudadanía. Si bien, esta valoración pueda resultar en unos casos algo injusta, esto no quita derecho o capacidad de juicio al ciudadano pues –sea quien sea el que se equivoque–, será el pueblo el que pague finalmente los platos rotos. Afirmo que por esa circunstancia, si alguien tiene derecho a equivocarse , ese es el pueblo soberano.
Opino que si Vd, apoyándose en que la Constitución constriñe sus posibilidades de actuación, calla cuando se ultraja a la bandera, calla cuando desde instituciones se arrincona a las víctimas del terrorismo, mientras se apoya a las familias de los terroristas, calla cuando se llama asesino a un Presidente del Gobierno, calla cuando se usa el día de reflexión para asediar las sedes de un partido legal, calla cuando el jefe de la oposición se comporta grosera e irrespetuosamente con la bandera de un país aliado, calla cuando desde gobiernos autonómicos se acosa y multa a ciudadanos españoles por usar la lengua española, calla cuando desde teléfonos de mandos policiales se traiciona a España avisando a los ETAsunos evitando su detención, ...
¿Por qué no se calla también cuando son simples ciudadanos españoles los que silban y piden, sin violencia alguna, la dimisión del Presidente Zapatero? ¿Qué impulso le lleva a olvidarse de su tan cacareada neutralidad? ¿Porqué unos ciudadanos cabreados y escandalosos merecen peor trato de su Rey que los que ultrajan todo lo que les suene a español?
Ciertamente, no me parece aceptable que se silbara o abucheara, durante la ofrenda a los caídos, yo no lo hubiera hecho, pero no es menos cierto que posiblemente los responsables de lo que se critica, estuvieran mucho más cerca de la tribuna de autoridades, ya que la intencionada lejanía a la que la organización se encargó de desplazar al público, hacía imposible para muchos determinar lo que estaba ocurriendo en cada momento. Tampoco ayudaba el exagerado volumen de la megafonía que desvirtuaba las indicaciones de los locutores.
Le recuerdo que esos ciudadanos forman una parte relevante de el único definido constitucionalmente como soberano, el pueblo español, ya que Vd. es monarca o rey, no soberano, en el sentido en el que lo es el pueblo. Esa parte, decide libremente expresar su opinión y protestar, bastante civilizadamente, sin violencia, a quién últimamente no acude, ni se le espera, a casi ningún acto público.
Parece, cuando menos, hipócrita acusar a esos ciudadanos de falta de respeto al Ejército, cuando es una de las instituciones más queridas por todos los españoles, incluyendo a los que silbaban. No olvidemos que son los ciudadanos los que sufren continuas faltas de respeto, y pienso que Vd, les ha faltado al respeto con su comentario improcedente, cuando enmudece ante casos mucho más graves.
Va siendo hora de que todos, Vd. también, aprendan que a quien más hay que respetar es a los ciudadanos y que ese respeto exige que se le trate con la mayor prudencia y consideración de la que se sea capaz y, por supuesto, nunca menor que la dispensada a políticos desleales, bandas de delincuentes, ministros mentirosos, policías chivatos, etc.
Créame, la democracia es mucho más que una Primitiva que tenemos que jugar cada cuatro años, a pesar de que sepamos que siempre ganan los mismos. El pueblo tiene derecho a expresarse y en lo tocante al respeto, tenga en cuenta que no todos hemos podido disfrutar de una educación tan exquisita como la suya. Pero tenga por seguro que muchos de los que ayer silbaron son más honestos que algunas de las personas poco recomendables, que le rodean, dispongan o no de helicóptero.
Para concluir, diré que no ha sido ésta su primera metedura de pata, el suceso en el que se hizo famosa la frase que da título a esta entrada, con ser refrendada por muchos españoles, debemos reconocer que Vd. no estuvo a la altura del papel de monarca. Sólo le salvó que interpretó el papel que le hubiera correspondido al ayer abucheado. .
Para
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2 comentarios:
20101014 – Espino, me has dejado con la boca abierta. Lo suscribo todo, de la A a la Z
Un abrazo.
Hola Juan, no es que no esté en contra de abucheos en momentos tan de respetar como la ofrenda a los caídos. Lo que me pregunto y dudo mucho de una respuesta afirmativa, es si los escandalosos sabían qué se hacía a más de 500 metros de distancia, sin las pantallas de otros años y con una megafonía con todos los decibelios posible –y la distorsión consecuente– forzada para acallar los silbidos.
Pero mucho más grave me parece que quien enmudece en ocasiones mucho más graves, no tenga la misma contención cuando se trata de criticar a parte del pueblo.
Me temo que desde esas alturas se esté cometiendo el fernandino error de vernos como vasallos, antes que como ciudadanos.
En cierta forma, la culpa es nuestra. Hemos permitido demasiadas faltas de respeto y ahora cualquiera puede pensar que ningunearnos le sale gratis.
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