Enemigo mío

El título de esta aceptable película de ciencia-ficción, viene a cuento porque así, como enemigos, nos identifica quien, por sus responsabilidades, debiera tener bastante más prudencia en sus calificaciones y declaraciones. Además, viene ni que pintado porque desde quien detenta la exclusiva de la información interna del partido –la misma persona–, se ha trasladado a la inmensa mayoría de los afiliado vía portada de la web del partido, blog personal –enlazado en la portada de la web del partido– o asambleas y reuniones organizadas por el partido, la idea de que los expedientados, herejes, críticos, no oficialistas o como se nos quiera llamar, somos unos individuos desleales, resentidos, a sueldo de quienes quieren destruir al partido o directamente volcados en su destrucción. Todo ello, sin la menor posibilidad de contestación interna, discreta y directa a los afiliados, porque ninguno de nosotros, los expedientados, tiene acceso, ni ahora ni antes, al monopolio de la comunicación interna. Cualquier persona medianamente inteligente aceptaría que si alguien pretendía anular cualquier comunicación horizontal entre afiliados, ha conseguido un éxito pleno.


Consecuencia de todo ello es que realmente se ha instalado entre la afiliación esa imagen de seres destructivos, envidiosos y ansiosos de poder (quítate tú que me pongo yo). Y esto ocurre por varias causas:
  • En la mayor parte de los compañeros porque no tenían conocimiento de problema alguno en el partido, o muy parcialmente, de forma confusa y poco fiable y ante cualquier duda ¿quién puede competir en credibilidad con Rosa ante una afiliación desconocedora de cualquier conflicto?
  • En otros porque para ellos, lo que digan "sus líderes" sea lo que sea, va a misa, por muy laicos que seamos.
  • Otros, muy similares a los "fieles a los líderes", piensan que lo importante es el mensaje que se da a la sociedad, sin pensar que en democracia –y menos hablando de regenerarla– el fin nunca puede justificar los medios, aquí es rotundamente inaceptable el fuego amigo o las víctimas colaterales.
  • Finalmente un grupo de ellos porque agradecen una limpia de posibles competidores ya que trepas, los hay en todos los lados (oficialistas y herejes).
Hay compañeros que me conocen y me saben incapaz de realizar cualquier fechoría contra el proyecto UPyD. Otros que me conocen menos, e incluso se definen como críticos, pero digamos, dentro de un orden, su forma de ver las cosas no les permite respaldar algunas de nuestras/mis actuaciones. Tampoco faltan los que en un principio estuvieron a nuestro lado pero el miedo a la soledad del "señalado" les hizo dar el paso atrás, retaguardia de la que ya no saben escapar por más que algunos lo intentan. En fin, muchos a los que por ser compañeros me pide el cuerpo facilitarles una aclaración, a la que procederé a continuación y que, si es acogida con una mente abierta y democrática, es posible que modifique esa su forma de vernos. Esta aclaración va dirigida tanto a los que han sido convencidos para considerarnos como enemigos, como a aquellos que se piensan independientes y prefieren, sin llegar a calificarnos como enemigos, la comodidad de huirnos como si de unos "freaks" peligrosos se tratara.


Querido enemigo mío:

¿Qué nos convirtió en enemigo? Mejor dicho: yo no soy, ni me siento, enemigo tuyo. ¿Qué hace que, al menos, tú me percibas con enemigo? ¿Nos hemos enfrentado en algún momento? ¿Te he empujado en alguna fila para reclamar un puesto en listas del partido? ¿Me has oído negarme a colaborar en trabajos del partido? ¿Me has oído atacar los principios del Manifiesto o de nuestro Programa Electoral? Entonces, que te hace sentir que soy tu enemigo:
  • ¿Acaso consideras que en el mundo actual lo importante es alcanzar los objetivos, como sea? Porque yo no.
  • ¿Acaso piensas que en el fin justifica los medios? Porque yo no.
  • ¿Acaso aceptarías mirar para otro lado mientras se violan los derechos de un compañero? Porque yo no.
  • ¿Acaso consideras coherente con lo que representa UPyD que un responsable del partido insulte injustificadamente a personajes político y compañeros de partido? Porque yo no.
  • ¿Acaso estimas razonable que por idéntico hecho se expediente a un compañero y a otro no? Porque yo no.
  • ¿Acaso crees todo lo que te dicen sin cuestionar, al menos, aquello que te chirría a la razón? Porque yo no.
  • ¿Acaso apruebas que el ideólogo de diario del partido cambie diametralmente de opinión sobre temas fundamentales para el partido, sin explicación alguna? Porque yo no.
  • ¿Acaso ignoras que el reglamento del Congreso, modifica los Estatutos, cosa ilegal pues es de un rango menor? Porque yo no.
  • ¿Acaso desconoces que miembros del Consejo de Dirección actual están elegido de de forma no estatutaria? Porque yo no.
Después de que hayas contestado a esas simples preguntas ¿continuas pensando que soy tu enemigo?

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