Ética y Regeneración Democrática (1)


ética.
(Del lat. ethĭcus, y este del gr. ἠθικός).
1. adj. Perteneciente o relativo a la ética.
2. adj. Recto, conforme a la moral.
3. m. desus. Persona que estudia o enseña moral.
4. f. Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre.
5. f. Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana.

regeneración.
(Del lat. regeneratĭo, -ōnis).
1. f. Acción y efecto de regenerar.
2. f. Biol. Reconstrucción que hace un organismo vivo por sí mismo de sus partes perdidas o dañadas.

regenerar.
(Del lat. regenerāre).
1. tr. Dar nuevo ser a algo que degeneró, restablecerlo o mejorarlo. U. t. c. prnl.
2. tr. Hacer que alguien abandone una conducta o unos hábitos reprobables para llevar una vida moral y físicamente ordenada. U. t. c. prnl.
3. tr. Tecnol. Someter las materias desechadas a determinados tratamientos para su reutilización.

democrático, ca.
(Del gr. δημοκρατικός).
1. adj. Perteneciente o relativo a la democracia.

democracia.
(Del gr. δημοκρατία).
1. f. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
2. f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado.


Quedémonos con esto:
Ética: Recto, conforme a la moral. Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana.
Regeneración: Acción de regenerar.
Regenerar: Dar nuevo ser a algo que degeneró, restablecerlo o mejorarlo.

Democrática: Perteneciente o relativo a la democracia.
Democracia: Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado.


Si hacemos caso del DRAE, no parece aventurado afirmar que nadie puede abordar o liderar un proceso de Regeneración Democrática sin una profunda convicción ética y un total y exquisito sometimiento a las normas. No hay atajos posibles. Esto quiere decir que al igual que no se puede colocar a un pederasta al frente de la lucha contra la pornografía infantil, seríamos unos falsarios si nos autopropusiéramos para liderar la regeneración democrática y en el ejercicio de dicho liderazgo, nos saltáramos toda norma ética, en aras a una mayor "trascendencia" de los fines superiores a alcanzar, ignorando—y para llegar a esta conclusión no hay que ser profesor de Ética— que, de saltarnos estas normas, estaríamos degradando la "trascendencia" y el propio significado de esas altas metas. Arramplar con todo lo que se interponga, o consideremos que se interponga, en el camino para alcanzar un fin "superior", caiga quién caiga y cueste lo que cueste, invalidaría toda la grandeza de los objetivos perseguidos, siendo del todo inaceptable para cualquier
demócrata.

Habría que estar en el puesto del que toma las decisiones para comprender cuan aplastante debe ser la tentación de usar métodos facinerosos y esos "atajos no éticos",
cuando teniendo todo el poder en las manos, llegaras a considerar que todo depende de ti y que cualquiera que se te acerque, lo hace con la obscura intención oculta de torpedear el proyecto, tu proyecto.

¿Pero cuando alguien con responsabilidades en proyectos de gran trascendencia para la sociedad llegara a ese punto, por el bien del propio proyecto, no debería relajarse y, cuando menos, hacérselo mirar?


Creo que lo primero y más importante que hay que hacer para mojarse en un proyecto de Regeneración Democrática, es creer en ella, creer que es posible. Sin esta convicción y usando atajos desprovistos de normas éticas, lo seguro es que nos convertiríamos en mercenarios incapaces de otra cosa que crear consignas para el consumo de sectarios, algo bastante alejado de quienes deberían generar un mensaje ético e ilusionante para el colectivo.


Si alguien a estas alturas se pregunta sobre cuáles son las bases de la Regeneración Democrática, debe tener presente que son las mismas que las de la democracia moderna, la cesión y el control del poder de los ciudadanos a unos políticos que acumulan por ello un poder realmente tentador. Es la capacidad de la sociedad para controlar cómo se ejerce ese poder, la que otorga el calificativo de moderna a esa democracia y de ciudadanos a los componente de dicha sociedad. En España sólo disfrutamos de una apariencia de control sobre los políticos, siendo éstos los que lo manejan todo, impidiendo ese control mediante unas leyes insuficientes y la manipulación y el dominio del poder judicial, tribunales de cuentas y otros. Esa capacidad de la sociedad para controlar al poder se basa en la transparencia, el conocimiento de qué se hace, quién lo hace, para qué se hace, cuánto cuesta lo que se hace, a quién beneficia lo que se hace, etc.

La ausencia de la obligada transparencia por parte de quién ejerce el poder, le deslegitima éticamente para ejercerlo.



3 comentarios:

Nometoqueslosmondongos | 18 de marzo de 2009, 17:11

Hola señor Espino, ¿qué tal por el mundo internauta? Yo ando algo retirado por motivos de salud, algunos dicen que mental.

Sólo quería decirle que el lunes los de Ourense siguen haciendo cosas de forma paralela al partido, como asociación ciudadana LPD. El lunes 23 habrá una conferencia coloquio sobre...tacháaaan...CÓDIGO ÉTICO PARA POLÍTICOS!!!!...

¿Y saben quienes vienen de ponentes? Pues José Luis Castro y Esperanza Guisán. Ambos en calidad de expertos catedráticos y esas cosas, no como políticos, claro.....¿?¿?¿?

Invitado queda.

un saludo desde las trincheras

Anónimo | 20 de marzo de 2009, 17:16

Esto me recuerda a una cosa que por cierto creo que ya le he comentado alguna vez: "El fin tiene que ir con los medios"

¿En que queda esa "fin superior" habiendo hecho trampas en el camino?, quiero decir que si eres capaz de utilizar cualquier medio para ese fin, estas pervirtiendo la causa, ¿no? y si perviertes los medios, ¿que te impide pervertir el fin?, ¿que queda al final de todo?.

Por otra parte como dice usted, si está haciendo un proyecto en comun con otras personas, ¿a que viene despreciar las ideas de los demas a priori? o mejor, ¿a que viene el afan de no aprovechar la participación del resto?, eso creo que demuestra poca confianza en que las ideas puedan mover a las personas, pero si se tiene poca confianza en ellas, ¿para que meterse en estos "fregaos"?, en principio aqui hay algunas inconcruencias. Quizá tambien se pueda explicar por el miedo que puede ser efecto de tener debiles convicciones, falta de empatia o quizá un ego desmedido que finalmente también está en contra de proyecto asi.

Por cierto con respecto a lo que dice de creer en la regeneración y mojarse, me ha recordado a una cosa que Adolfo Suarez dijo una vez:
"Creo que un político que no trata de transformar utopías en realidades no es un político, es un traficante de ideas.".No lo veo tanto como utopia, aunque esta manera que usted plantea de hacer politica es como diria Rosa Diez, revolucionaria

Y en cuanto a lo de plantearse cuales son las bases de la regeneracion democratica, personalmente donde mejor las he visto reflejadas es en el manifiesto de "Basta Ya!" por la regeneración democratia y que espero que este partido lleve a cabo.


Saludos

Anónimo | 23 de septiembre de 2009, 19:48

ANDALUCES LEVANTAOS POR ESPAÑA Y LA HUMANIDAD

Clasificación general de familiares de altos cargos de la Junta y del PSOE "incrustados" en las Administraciones Públicas

Luis Pizarro, secretario de Organización del PSOE-A: 1 esposa, 1 hijo, 1 concuñado, 1 cuñada, 3 primos, 2 sobrinos >> 9
Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía y del PSOE: 5 hermanos, 1 nuera, 1 sobrino >> 7
Gaspar Zarrías, consejero de la Presidencia: 1 esposa, 3 primos y 1 sobrino >> 5
Juan Gallo, director general del Gabinete de Manuel Chaves: 1 esposa, 2 cuñados y 1 hermana >> 4
Enrique Cervera, portavoz del Gobierno: 2 hermanos, 2 cuñadas >> 4
Juan Antonio Cortecero Montijano, viceconsejero de la Presidencia: 1 esposa, 1 hermana y 1 cuñada >> 3
Pedro Moya Milanés, secretaría general de Acción Exterior consejería de la Presidencia: 1 esposa, 1 cuñada >> 2

Carmen Mejías Severo, secretaria general técnica de la Consejería de Presidencia: 1 hijo >> 1
Bernat Soria Escoms, ministro de Sanidad y ex cargo de la Junta: 1 esposa >> 1