A Propósito de "Inside Job"

He recibido dos interesantes comentarios de un lector "Anónimo", a los que estaba preparando mi contestación que, como suele ser normal en mí, resulta ser algo "abultada" para incluirla en un post. Por otra parte, creo que el debate sobre mercados sin control alguno y mercados controlados bajo normas claras, es bastante interesante por lo que abro una nueva entrada al respecto. Sí considero interesante apuntar que esta entrada es consecuencia de una anterior Inside Job, el documental que costó 20.000.000.000.000 $ hacer, sobre el excelente documental de igual nombre.

Comienzo por colocar los dos posts de "Anónimo":

Anónimo dijo...
Tiene sentido el desregular el mercado solo cuando se lleva hasta el final, es decir, cuando se quita de enmedio los bancos centrales y se pone un patrón fijo de valor del dinero (¿el patrón oro?), cuando se pone por ley la unica regulación que necesita el sistema financiero: coeficiente de caja del 100% y cuando el estado no se amilana ante el riesgo de quiebra.

La autoregulación del mercado es posible, tanto como lo es en la sociedad, cuando sabes que eres el único responsable del dinero que manejas y que si pierdes, se acabó la partida.

3 de abril de 2011 10:32

Anónimo dijo...
Se me olvida decir que la actitud de los estados en esta crisis ha sido la opuesta, se ha salvado los muebles a costa de la sociedad, aunque lo contrario hubiera tenido unas consecuencias terribles. Sin embargo, esa actitud ha cometido una injusticia enorme que, como ya he dicho, pagará la sociedad.Hablando exclusivamente en términos de justicia o injusticia, esto ha sido un crimen.

3 de abril de 2011 10:37
 
Lamento que mis conocimientos de Economía, no me permitan argumentar mejor en el debate que planteas. Sólo puedo aportar una buena dosis de sentido común, del que no tengo el menor problema en asegurar que sí estoy suficientemente dotado, y que me lleva a no pontificar sobre lo que no domino, pero tengo que decir que este buen documental, rezuma sentido común por todas partes y estoy más por creerlo que por cuestionarlo.

Ya que de Economía, por lo dicho, no estoy en condiciones de enrocarme en una postura, te planteo una situación extrapolable desde el mundo de la estrategia, en el que tampoco soy un genio, pero sí más osado:

Dos ejércitos enfrentados a las puertas de la gran ciudad de uno de ellos. El que asedia propone al otro, que si desmota las defensa de la ciudad, retira sus tropas hasta las lejanas montañas y abre las puertas, sin ninguna contrapartida por su parte, habrá paz ...

Pues lo mismo, sobre las condiciones exigidas para que funcione esa concreta forma de liberalismo –hay otras– que adora a un becerro de oro llamado "Mercado", pero que no deja de ser un becerro, nada ha demostrado hasta hoy su funcionamiento. Pues mientras unos opinan que es culpable de todo lo malo, otros afirman que gracias a él tenemos lo poco bueno que poseemos, pero sin mayor prueba.

Las condiciones exigidas para que funcione esa concreta forma de liberalismo, repito, según se nos repiten, que desmontemos bancos centrales, intervencionismo cero y que cambiemos nuestros dioses por el único, "Mercado, en mi opinión, son inaceptables sin más argumentos y pruebas. Los experimentos con gaseosa.

Llegados a este punto, permíteme usar el argumento, en mí recurrente, de que ese argüir, ante cualquier denuncia de los excesos que algunos imputamos al ultraliberalismo,  la negación de que dichos excesos sean fruto del liberalismo, que eso no es liberalismo porque para ello, tendríamos que desmontar nuestras defensas y, entonces, nada malo habría ocurrido, me recuerda demasiado a la de aquellos comunistas que, ante la denuncia de los crímenes y abusos de los gobiernos de la URRS o China, aportaban la cansina e inválida excusa de que "lamentablemente allí no existe comunismo auténtico". Vamos, que también deberíamos abrir las puertas de nuestras indefensas ciudades.
 


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