Tiempos bárbaros, los tiempos del Dios Mercado.

Manda narices que sean Moody's, Standard & Poor's y Fitch, las tres grandes oráculos "orientadoras del mercado", que, ni cuando la crisis les mordía allí donde las empresas pierden toda su credibilidad por su falta de eficiencia, olieron la catástrofe de las hipotecas basuras, las que la e emprenden a gorrazos con las calificaciones de los países europeos. No estoy diciendo que que Grecia, Irlanda y Portugal, estén bien económicamente, pero sólo con leer a analistas internacionales se tiene que aceptar que no deja de ser un auténtico despropósito bajarle a Portugal su "rating" cuatro niveles de una tacada, perjudicando alegremente a otros muchos países, como "daño colateral". ¿Quién "ratea" al "rateador"?


Reconozco que nuestros actuales planteamientos económicos deben recibir una drástica reforma, por mor de las consecuencias de la globalización dominante. Tienen que cambiar drásticamente, salvo que encontremos una alternativa válida a esa globalización, o a la forma de globalizar. Pero de eso, a que tengamos que abandonar cualquier pretensión de "estado del bienestar" para abrazar, a ciegas, la nueva secta del Dios Mercado, exige un acto de fe que ni la  del converso exigida por la Dama Magenta.



En esos exactos términos de exigencia, que no cuente conmigo. He crecido, y vivido, en la dictadura del Caudillo, he conocido las consecuencias de la dictadura de la "raza superior", y la dictadura del "proletariado", me hice adulto –incluso compartí algunas ideas– en la dictadura de lo "políticamente correcto", pero me niego a aceptar que desde nuevos gurús se nos pretenda imponer la dictadura del "mercado", sobre todo, mientras parte de sus sacerdotes conozcan tan mal su "teología", como han demostrado conocerla las tres "orientadoras" citadas.

No se me equivoquen, que no estoy crucificando a todo aquel que pueda tener su vida encauzada por unas finanzas más que saludables, pero en economía, como en democracia: "No todo vale". Y es a esos para los que el "como sea", tanto en economía como en democracia, es una práctica ética de triunfar, contra los que dirijo estas palabras, además de contra los que van colocando etiquetas de democracia o "ratings" a los otros y han demostrado que ellos son incapaces de dar la talla mínima.




Y si piensan que hablar de los "bárbaros tiempos de Conan" es una pasada, ojalá tengan razón. No obstante, desen una vuelta por la China profunda y vean como se trabaja en esas fábricas y qué salario perciben esos esclavos laborales, porque si no somos capaces de dar un perfecto vuelco a nuestro sistema productivo y reorientar nuestra economía en pocos años –labor practicamente imposible–, me temo que veremos a nuestros hijos, los que no hayan optado por emigrar, en condiciones, y con salarios muy similares.

Así que mientras los sacerdotes y misioneros del Dios Mercado, no demuestren algo de equidad –lo mínimo exigible a quien pretende "reinar" globalmente–, bajando la calificación de la deuda de los Estados Unidos, que no anda mucho mejor que algunas de la de los países a los que ya se la han bajado, o la del Reino Unido, al parecer tan intocable como la anterior, pondré por delante de la aceptación de la nueva dictadura, nuestra famosa frase de "Los experimentos, con gaseosa".


Referencias:                                                                 
http://www.20minutos.es/noticia/1103193/0/deuda/portugal/moodys/ 
http://www.cnnexpansion.com/economia/2011/07/05/moodys-baja-nota-de-portugal-a-basura
http://www.eleconomista.es/opinion-blogs/noticias/3213383/07/11/El-latigo-de-las-agencias-de-ratingEl-latigo-de-las-agencias-de-ratingEl-latigo-de-las-agencias-de-rating.html
http://es.noticias.yahoo.com/ue-arremete-agencias-rating-portugal-152627053.html
http://www.expansion.com/agencia/efe/2011/07/06/16313887.html


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4 comentarios:

Hilarión | 7 de julio de 2011, 19:25

Pues tienes razón, puesto que después de lo de Lehman Brothers no sé como alguien les hace caso, pero es lo que hay. Ahora mismo todo el mundo (de este lado del charco) se echa las manos a la cabeza por el trtato que le están dando a Portugal, y más cuando están haciendo lo que buenamente pueden.

El problema es como ponerle el cascabel al gato, y ver quien califica al calificador y luego al calificador del calificador. El asunto es que en teoría estas agencias deben ser independiendientes, incluso de los políticos, pero están demostrando que así no funcionan bien. Pero si las impones algún control, de algún modo estarían controladas por...¡nuestros queridos políticos! O sea que es la pescadilla que se muerde la cola. La UE quiere crear una europea, pero sería un apéndice más del leviatán de Bruselas y la dirigirían los Almunias y Strauss Kahn de turno que dan la misma confianza que lo que hay ahora. Así que la solución es complicada. Lo único que alguien con datos, bemoles y dinero llevase al Moody's y compañía a los tribunales, preferiblemente de USA, y que les crujiesen.

Juan Espino | 7 de julio de 2011, 23:22

Hilarión, La clave es que una empresa en manos privadas, por estarlo, no tiene por qué ser independiente. Si las cosas se rigieran por la lógica, debería ser más fácilmente independiente un organismo, tipo Fondo Monetario, Banco Mundial, etc. Pero no te voy a discutir que las cosas, no son así.

Como apuntas, una vía para atajar este "cagarla e irse de rositas" de las "calificadoras", ya que cobran –y bien– por ponerte de kaleborroka financiero, es enfrentarlas con una innegable responsabilidad civil ante sus grandes "cagadas".

De todas formas, he oído una crítica sobre la presunta independencia de Moody's (propiedad de Warren Buffett, financiero e inversionista, en mi opinión alejado de la figura del especulador puro y duro, y de un fondo de inversiones norteamericano), Standard & Poor's (propiedad de la gigantesca editorial McGraw-Hill) y Fitch (propiedad final del holding francés Fimalac). Argumentaban que el propietario de la primera, gran tenedor de deuda pública USA, poco interés tendría en que se bajara la calificación de dicha deuda que, por cierto, tiene ganada a pulso esa rebaja. Respecto a propietario de la segunda, decían que había obtenido más del 70% de sus beneficios de su "calificadora", lo que le hacía muy sensible a cualquier reacción negativa en USA, de "tocar" a la baja, esa calificación.

Juan Espino | 7 de julio de 2011, 23:22
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Hilarión | 8 de julio de 2011, 20:58

Tienes razón en que aunque privada no tiene por qué ser independiente. Lo malo es que en manos de organismos supranacionales, UE, ONU; su dirección sería nombrada por el pasteleo típico, que país tiene ahora más influencia, a quien le toca, etc., con lo que nos podríamos encontrar desde Berlusconi hasta Moratinos (¡O Bibiana!) en su dirección.

Lo malo es que las que hay están en USA y vete a decirles lo que tienen qué hacer con lo suyos que son, y más si les favorece como es el caso, dado los palos que le están dando al euro y las sopitas que le están dando a la deuda USA.

Así que se me ocurre a bote pronte ¿y qué falta hacen? ¿La gente no invertía en bolsa antes de que hubiera de estas agencias? Pues que cada uno consulte a su agente o a su banco y que compre lo que le dicte su saber y entender. O sea que lo mejor sería quitarlas, que no existieran.