¿Funcionan los cuentos de buenos y malos?


Es cierto, los cuentos de buenos y malos, funcionan y, si no pretendemos reducirlos al enfrentamiento entre dos categorías únicas –los buenos contra los malos–, seguirán funcionando por mucho tiempo porque entre tanto "pringadillo" –ni especialmente bueno, ni especialmente malo–, sí existen unos pocos buenos y unos –bastantes más–, malos. Y esta desproporción es así, porque los malos, aunque sea por unos momentos, mientras sean útiles a los malos malísimos, reciben "honores" y compensaciones.

Por contra, los buenos lo tienen bastante más crudo. Resultan ser incómodos para muchos –incluso para algún "pringadillo"– porque su mera existencia, les recuerda que, en su momento, prefirieron mirar para otro lado o, pudiendo haberlo hecho bien, la cagaron o que simplemente fueron malos.

Respecto a esa inmensa mayoría de "pringadillos", entre los que nos encontramos muchos de nosotros:
  • Los que sólo se pueden enterar de "lo que diga la rubia".- No tuvieron acceso a la información, en los mismos tiempos en que otros la tuvimos. Sólo podían actuar, como todos actuamos en un principio, por confianza. Y bien que los trileros abusaron de esa confianza. ¿A quién creer? ¿A una cuasi endiosada y mediática Lorito o a otro "pringadillo" tan desconocido como yo? Sería injusto culparlos de las tropelías.
  • Los "que no quiero verlo".- Tuvieron la información, pero por miedo, por ambición o por carencia de profundas convicciones democráticas, prefieren mirar para otro lado y esconderse entre el coro, hasta que finalmente vayan a por él, ... que irán. Éstos ya no son tan "pringadillos", pues no existe ningún eximente por "confianza debida". Hay un culpa evaluable.
Dentro de los malos, como supongo que ocurrirá entre los buenos, también existen gradaciones: 
  • Los "corre-ve-y-dile".- Son los encargados de reforzar las fatuas dictadas por "las alturas"; detectan a aquellos a los que les falte la fe del converso y se chivan a sus superiores. Tienen bastante más información que el simple afiliado, por lo que es difícil que ignore la mugre, además, nada le exime de saber que, como resultas de sus chivatazos, se expedienta o se proscribe a esos compañeros.
  • Los mamporreros necesarios (pero siempre prescindibles).- Son los que aportan el tedioso trabajo sucio,. como aquel  que estaba tomando nota al lado del Gorila Rojo, mientra éste iba espetando: "¡Exprópiese!". Se encargan de tareas como la redacción de los expedientes, tratando de dar una falsa pátina de legalidad a tanto bodrio o simplemente asienten y dan respaldo con su supuesto prestigio a las felonías dictadas por el Trío Calaveras.

Con lo que aquí afirmo, no estoy practicando puritanismo alguno, no pretendo defender que fuera de la herejía sólo exista el llanto y el crujir de dientes, sino que no todos somos iguales. De los herejes tardíos, algunos han denunciado el cenagal del chiringuito en cuanto tuvieron las suficientes certezas, cada uno a su tiempo, como se dice, otros han optado por marcharse sin ruido, es su derecho. Pero no todos podrán colocarse en esa posición. Cualquiera puede desconocer los hechos, pero si es capaz de actuar con métodos fascistas, no es un demócrata, y estos, no han dudado en linchar antidemocráticamente a su propios compañeros, repudiarlos como si estuvieran apestados, y cuando ellos a su vez, han recibido el desprecio directo de sus "amos", pretenden hacernos creer que no sabían nada de lo que ocurría y que ellos, ... Vamos, ... ellos, demócratas de toda la vida. Pues no, por ahí no debemos pasar.

Es más, sí afirmo que pretender que el aceptar la existencia de la inmensa gama de matices de gris (¿los "pringadillos"?), implique negar la existencia del blanco (¿los buenos?) y el negro (¿los malos?), en mi opinión, es un error aún más grave que el de negar los matices y reducirlo todo a blancos versus negros. Sería la entronización del relativismo, de que las cosas son,según me interesen en cada momento que sean. Volver al PUDrYdero.


Quizás, para algunos, esta opinión me haga merecedor del calificativo de rencoroso o piensen que me creo mejor que los demás. Posiblemente sea cierto lo primero, no tengo por costumbre poner la otra mejilla y procuro que la segunda torta, de haberla, se la lleve el otro. Pero niego rotundamente lo segundo. Sólo trato de recuperar la valoración de la excelencia en las relaciones humanas o en la política, como otros lo hacen respecto a la educación.

Flaco favor le hacemos al concepto de Democracia, si no somos capaces de reconocer la importancia y la valentía de ejercitar la coherencia democrática; la de aplicar, a riesgo de perder el aprecio de otros, la de defender públicamente que en democracia no todo vale; la de restituir, no sólo en un grupo restringido, sino públicamente, el buen nombre de personas honestas, los buenos, ultrajados por los dueños del  chiringuito y sus meapilas. Mientras no admitamos que algunos se la jugaron, recibiendo la incomprensión de unos y el más despreciable linchamiento por otros, no nos podremos quejar de la falta de calidad democrática de nuestros políticos, de su carencia de honestidad o de la práctica inexistencia de las dimisiones entre ellos.

Por ello, desde mi blog, rindo tributo de "BONOMÍA", en términos democráticos, a compañeros de los que bastantes serán desconocidos por la mayoría de los afiliados, gracias al ostracismo al que el Trío Calaveras sometió al partido. A unos, los cito por ser de los primeros en denunciar la estafa política, a otros, por demostrar que hubo vida antes del Congreso, a otros por ser eso, desconocidos que llegado el momento, tuvieron la dignidad suficiente para jugársela diciendo "NO" y a otros porque considero que ya es hora de que alguien les reconozca públicamente. Personas como a Miguel Álvarez, a Rodolfo Angelina, a Miguel Baños, a Mari Cruz Boscá, a Luis Bouza-Brey, a Ildefonso Cejudo, a Paulina Droguett, a Rocío Fondevila, a Pilar G. Jáuregui, a Nacho Gómez, a Gerardo Hernández Les, a Silvia Hierro, a Sandalio del Río, a José Carlos Rodríguez, a Javier Velasco, de forma genérica a todos los que colaboraron de una forma u otra con la Candidatura Hereje al Congreso, a varios que inevitablemente se me olvidan y a otros  muchos, de los cuales desconozco su atropello o su gesto.


.

2 comentarios:

Anónimo | 11 de enero de 2011, 19:30

Cuando se expedientó a tantos, algunos preguntamos que estaba pasando. Desde la coordinadora se nos dijo que unos XXXXX de XXXX trataban de reventar el partido, que eran gentes rencorosas a las que la dirección les había echado de sus puestos porque lo hacían mal y trataban de perjudicar al partido haciéndole el juego al PP. por ello se les habían aplicado las normas de partido.

Hoy, sin saber lo que de verdad sucedió, sé que se nos engañó a todos y que UPyD es una gran mentira.

Juan Espino | 15 de enero de 2011, 12:29

Sólo algunos, que deberían conocer muy bien a la telefonista de Sodupe, posíblemente de la época en que se llevaba a casa el sillón de consejera para que no se lo quitaran, de esa en la que por los funerales de los asesinados por ETA, ni se le esperaba, se negaron a dejar que esta política típica, les engañara, como nos engañó a todos los demás.

Algunos nos lo advirtieron, pero teníamos tantas ganas de que esto diera un vuelco, que no quisimos escuchar, ... y aquí estamos.