El abrazo de la Mantis laica

o "Quien avisa no es traidor, Sr. Fidalgo"

Recientemente cualquier observador medianamente informado e independiente ha podido sorprenderse contemplando, como una profesional de la política de colmillo retorcido y culo pelado por las poltronas –permítaseme la gráfica expresión–, consigue embaucar a un considerable número de hastiados ciudadanos y tras conseguir un puesto en el Congreso con su innegable carisma pero, fundamentalmente, con el colosal esfuerzo de esos pocos pero muy activos españoles, la marea magenta, esperanzados e impulsores del proyecto, mediante una jugada trilera de los "propietarios de la marca" truecan ese proyecto en un chiringuito político, convirtiendo un pequeño gran partido con vocación de darle un vuelco a la mísera política actual, en un miserable partido con vocación de ser uno más a revolcarse en la bazofia política.


Como todo proyecto que traiciona sus ideas iniciales "hay que imponer a los partidos las listas abiertas en todas las elecciones externas e internas para evitar que los aparatos de los partidos secuestren la voluntad de los afiliados", repetía de forma atinada y con una significación tan democrática, constantemente la líder, allá a finales de 2007 y principios de 2008. Pero pasadas las elecciones de marzo de 2008, esas palabras desaparecieron de sus discursos, y hasta fueron convenientemente "capadas" de los videos que se encontraban por internet. Quizás por aquello de que hay que borrar las pruebas del delito.

Como le tengo por persona inteligente, estoy seguro de que, cuando menos, tiene conocimiento de los graves problemas surgido en el seno de UPyD. Otra cosa será a quienes le otorgue su crédito personal, cosa que depende exclusivamente de su criterio. Tras seguirle en las tertulias y observar su razonable y atractivo discurso político, eso sí, una vez fuera de CCOO, me preocupa que, al igual que ocurrió en su etapa en CCOO –aún reconociendo que un sindicato, en teoría, es distinto de un partido político, lo que desmiente la práctica–, esa frescura y claridad política que le reconozco, se pierda o diluya en el chiringuito en que se ha convertido UPyD, más acertadamente conocido como el partido de Rosa Díez. En resumen, confío en no tener que arrepentirme del crédito personal que le confío a Ud. y a su discurso, porque finalmente se demuestre que Ud. participe de alguna forma de los Principios Marxistas (Groucho): "Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros".

Como consecuencia de haberle oído,
en el mes de marzo, en la tertulia de "Herrera en la Onda", manifestar sus simpatías por UPyD –¡Qué gran partido, si la honestidad le dirigiera!–, le manifesté estas inquietudes en el email que, a su nombre, le envié a la redacción de ese programa.

El caso es que hace unos pocos días oí, y posteriormente leí, a Rosa contestar a la pregunta sobre si Ud. iba a encabezar las listas del partido que lleva su nombre –el de ella–, en las autonómicas de Madrid, en el sentido de que sería bien vista esa candidatura, si bien asegura que, de momento, no se ha planteado tal posibilidad. Tranquilo que lo de las primarias, si son como las que "tuvimos" anteriormente, consistirá en enterarnos por la prensa, hasta los propio miembros de Consejo de Dirección, de la decisión personal de Rosa, muy transparente ella.

"Amigo personal" de UPyD y de ella, llegó a llamarle, no me cabe duda de que Ud. entiende que razones hay para que así sea pues no en balde –y esto es algo que no todos los escasos militantes actuales, ni los muchos de los desencantados ex-afiliados conocen–, allá por 2007, cuando desde PlatafromaPRO, Carlos Martínez Gorriarán y Juan Luis Fabo se entrevistaron con UGT y
CCOO para presentar el proyecto de un nuevo partido y recabar su apoyo –Rosa no estaba porque, al parecer según las malas lenguas, aún estaba completando las "peonadas" de europarlamentaria en el PSOE para poder cobrar el suculento PER europeo o jubilación del europarlamentario–, concretamente desde CCOO –y supongo que Ud. estaría al tanto–, se acordó que allá donde hicieran falta afiliados, el sindicato aportaría los suyos, sus liberados, que rellenarían los huecos necesarios.

Es más que comprensible que dado el creciente número de liberales que al principio se integraron en UPyD –lo que además reforzaba una de las novedades del partido, su transversalidad– tanto
Carlos Martínez Gorriarán como el factotum de este encuentro, Juan Luis Fabo, liberado de CCOO, se cuidaron muy mucho de ocultar este acuerdo, difícil de explicar ante los liberales y que descubriría la auténtica hoja de ruta del proyecto iniciado que incluía, hasta las elecciones del 9 de marzo, ocultar cualquier indicio que pudiera hacer abandonar el proyecto, o denunciar la usurpación y prostitución de éste, a personas que tanto aportaron, no sólo de procedencia liberal, sino también de la socialdemocracia. Así que, aunque sólo sea "por servicios prestados", es justo acreedor a tal agasajo: "amigo personal".

Agua de otro cántaro, será saber si para Rosa, tal calificativo tiene el mismo significado y pervivencia que para el resto de los mortales.
Me temo que no. Y aquí es donde entra otra vez en juego, mi aprecio por Ud. pues me siento obligado a avisarle: ¡Ojo! con los canto de sirena o el abrazo de la mantis, nada religiosa, no sea tan ingenuo de sentirse seguro o apreciado porque le haya llamado "amigo personal" de UPyD y de ella. Si no me cree, sólo tiene que recordar el rastrero trato final que le dispensó a Mikel Buesa, al que no es que le llamara "amigo pesonal" como le llama a Ud, sino que –y este que le escribe, lo oyó directamente de la boca de su "personal amiga" repetidas veces–, no se cortó en decir que "Mikel para ella era más que un hermano". Para echarse a llorar con tal patraña, como se vino a demostrar pasado el tiempo. Sólo se me ocurre decirle –y creo que Mikel pensará igual que yo–, con cariños de hermanos como esos, es preferible ser hijo único.

Ahora dese por avisado, teniendo en cuenta que con posterioridad no será un argumento admisible el socorrido "yo no sabía nada".


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